Oportunidades en la nueva normalidad para la industria del plástico

Ya pasó el verano de 2020 y tras siete meses de vivir con el caos que ha traído ese estado de confusión al que denominamos pandemia, contingencia o cuarentena, la nueva normalidad ya se siente más cotidiana. Parece que estamos en proceso de aceptar la nueva realidad -en la que se instalan cambios irreversibles-, pero en la que también la factibilidad de tener pronto una vacuna para el virus despeja el panorama.

Así como el virus obligó a hacer un paro en seco a muchos sectores, con grandes afectaciones en turismo, aeronáutica y eventos, también ha dinamizado y acelerado otros frentes. Por ejemplo, la rápida adopción de las tecnologías de la comunicación ha rebasado las objeciones que se podían tener por brecha generacional, poco conocimiento o desinterés. Hace menos de un año se privilegiaban las reuniones presenciales en todos los niveles, personal y profesional, pero hoy casi todos saben programar y usar Zoom u otras herramientas, para todo tipo de encuentros. Así, celebrar un cumpleaños, tener una junta de trabajo o asistir a una conferencia está mediado por la tecnología.

Sin duda, muchos de los planes que traíamos para 2020 quedaron pendientes. Diversos proyectos que prometían un éxito asegurado hoy podrían sonar descabellados.

Entonces, en la coyuntura, ¿qué sí podría funcionar? ¿qué requiere el mercado? ¿dónde podríamos encontrar ese punto exacto entre la actual demanda y nuestra oferta? Si fuéramos un gran inversionista, como aquellos jueces del programa Shark Tank, ¿dónde veríamos esa gran oportunidad por la que estaríamos dispuestos a arriesgar?

En las últimas ediciones de la revista hemos presentado cómo los plásticos tienen grandes posibilidades en aplicaciones de empaque según las nuevas tendencias de consumo. En el sector médico se viene una era dorada de producción local, en el reciclaje se espera un enfoque más consciente hacia la sustentabilidad e, inclusive en los sectores industriales, gracias a las tendencias de nearshoring que vendrán de la mano del T-MEC hay buenas perspectivas. Los cambios no serán inmediatos, por lo que se requiere paciencia y determinación, pero las oportunidades vienen.

En esta edición seguimos descubriendo nuevas alternativas, que brillan gracias a la chispa que brota cuando la oportunidad y la creatividad se encuentran. Nuestro artículo de portada analiza cómo las herramientas digitales y la capacitación en línea trazan una nueva ruta para la industria plástica. Las restricciones para llevar a cabo entrenamientos, capacitaciones y eventos no fueron un impedimento para floreciera una nutrida oferta de conferencias técnicas, webinars, diplomados, transmisión de conocimiento y opciones de entrenamiento con nuevos formatos.

Seguramente, ninguna de las compañías que mencionamos en el reportaje esperaban un revés tan drástico en los planes que traían a comienzos del año, pero vieron la oportunidad de aprovechar las herramientas digitales y así lo hicieron. Fueron visionarias, y hoy son pioneras.

También con los mismos lentes de quien está dispuesto a descubrir nuevas posibilidades, vale la pena leer el reportaje “La carrera por una vacuna contra el coronavirus impulsa la producción de jeringas y viales”, de nuestra revista hermana en Estados Unidos, que muestra cómo diversas compañías de moldeo y plásticos del vecino país del norte han visto en la esperada llegada de la vacuna una oportunidad para preparar, desde ahora, sus recursos e inversiones con el fin de robustecer la producción de las jeringuillas y los viales, que serán altamente demandados en el momento en que haya luz verde para la inmunización masiva.

Aquí insisto. Si fuéramos uno de los tiburones del programa, ¿dónde estarían hoy nuestras apuestas e inversiones con un pensamiento a futuro? Los invito a que analicemos el nuevo entorno que nos rodea con esa mirada.