Raúl Moreno: pionero en diseño y manufactura de plásticos

Originario de Ciudad de México, Raúl Moreno Espinosa se graduó en 1982 como ingeniero de Comunicaciones y Electrónica en la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME), del Instituto Politécnico Nacional (IPN), una de las escuelas más antiguas y prestigiosas de México.

Encontrar empleo en medio de la crisis económica de la época le supuso un gran desafío. Sin embargo, obtuvo una beca para estudiar en la Universidad de IBM, donde se certificó como ingeniero de Servicio, y así tuvo su primer acercamiento con los plásticos.

Sin embargo, Tremec, el fabricante de transmisiones para vehículos, con sede en Querétaro, le abrió realmente las puertas al mundo de la manufactura y de la industria del plástico, al contratarlo como ingeniero investigador y sumarlo a un proyecto muy innovador: desarrollar una transmisión electrónica aplicada a una caja mecánica para quitarle el pedal del clutch.

“Yo no sabía nada del diseño asistido ni de la manufactura o de la ingeniería asistidas por computadora, y con este proyecto recibí mi primer curso en un sistema de diseño. Ahí comenzó mi carrera en los plásticos, en CAD/CAM, en la parte mecánica.”

Testigo y protagonista de la historia del diseño mecánico

A finales de la década de 1980, el diseño mecánico con herramientas digitales estaba en ciernes. A Raúl Moreno le tocó la experiencia de practicar el diseño de herramentales a la antigua usanza: dibujos hechos a mano en restiradores, con lápiz, sobre enormes sábanas de papel que tapizaban oficinas enteras. Una vez aprobado un diseño, se hacían copias y se creaba un microfilme para asegurar que la información técnica no se perdiera en caso de que el original se dañara.

“Las estaciones de diseño podían costar entre 300 y 400 mil dólares, y no estaban basadas en computadoras personales. Eran grandes y costosos sistemas que necesitaban aire acondicionado, y sus capacidades apenas comenzaban a desarrollarse”, recuerda.

El surgimiento de los sistemas CAD (Computer-Aided Design), aún con capacidades limitadas, les permitió a los ingenieros crear modelos tridimensionales de manera más eficiente y precisa para sustituir los dibujos mecánicos a mano. Raúl Moreno tuvo la suerte de estar en el lugar correcto para participar de ello.

En aquella época, en México solo existían dos sistemas de CAD, empleados por Tremec y por Grupo ICA. “Eran sistemas muy básicos, en blanco y negro, con pantalla verde, que permitían dibujar solo en dos dimensiones”, recuerda Moreno.

Pero eso solo fue el principio de su formación. Después de Tremec, Moreno comenzó a representar en México a una importante empresa del CAD/CAM de los ochenta: Computervision Inc., que lo apoyó para capacitarse intensamente en CAD, CAM y CAE en Estados Unidos, Alemania, Inglaterra, China y Hong Kong.

“Me tocó vivir esa transición tecnológica, primero con el diseño a lápiz, luego con los primeros sistemas de CAD y ahora con los constantes cambios tecnológicos. La verdad es que me encanta lo que hago, porque prácticamente lo vi nacer.”

Cuando las grandes empresas comenzaron a colocar los sistemas en las computadoras personales, la misión de Raúl Moreno de vender CAD/CAM en México con Computervision no pudo ser más difícil:

“Parecía que estuviera barbechando en el desierto. Era algo demasiado novedoso y tratar de convencer a las personas fue muy difícil. Con los cursos que recibí, yo tenía la visión de que la manufactura asistida iba a ser el futuro, pero llegué muchísimo antes en México.

“Nadie creía que una computadora pudiera sustituir a un diseñador, y al no vender muchos sistemas de CAD, me enfoqué en las máquinas de control numérico (CNC). Convencí a una empresa de Estados Unidos para capacitarme en CNC y logré integrar el CAD/CAM virtual con la manufactura real.”

Moreno encontró un nicho en CNC, reparando y programando máquinas, y finalmente pudo ofrecer soluciones completas de CAD, CAM y CNC a otras compañías durante varios años, hasta que a finales de los noventa Computervision cerró sus puertas.

VISI Series: la vanguardia como reto

A Moreno la noticia le cayó como un balde de agua fría, pues significaba que ya no contaba con un producto para ofrecer en México. Afortunadamente, la marca VISI de la empresa Hexagon apareció en su horizonte.

Desarrollada por la compañía italiana Olivetti, hacia finales de los noventa, el software VISI CAD gozaba de un gran reconocimiento en Europa y veía con interés el mercado de Estados Unidos. No le costó mucho trabajo a Moreno convencerlos de traer su solución a México, y así se convirtió en el distribuidor del software para diseño de moldes y de troqueles de VISI de la empresa Hexagon.

En México, sin embargo, donde la ingeniería venía del extranjero, hablar del diseño de moldes por computadora era una locura. “Ahora las grandes corporaciones controlan la ingeniería durante sus primeros años en el país, pero después la van soltando, y hoy las empresas locales comienzan a desarrollar sus propios moldes y tecnología, gracias a la rápida evolución tecnológica”, señala Raúl Moreno.

“La industria del CAD/CAM es muy dinámica, similar a la automotriz. Mantenerse actualizado es crucial, ya que en pocos meses uno puede quedar obsoleto. Se requiere una constante dedicación a la lectura, práctica y seguimiento de los avances tecnológicos. La competencia ahora es contra el tiempo, por la nuevas versiones y modificaciones que aparecen y que hacen que mantenerse al día sea un desafío constante y exigente.”

Aportaciones en ingeniería inversa

Con el tiempo, VISI Series se convirtió en pionera en varios campos, incluida la ingeniería inversa, una técnica ampliamente utilizada en la industria manufacturera para descomponer y comprender a fondo la estructura y el funcionamiento de un producto existente.

Un ejemplo fue la comercialización en México, por parte de VISI Series, del escáner láser llamado David Laser Scan, cuya historia es muy interesante.

Durante un viaje a China, Raúl Moreno observó el desarrollo de un láser para reproducir moldes, sin contar con información disponible. Inspirado por esta tecnología, regresó a México y comenzó a trabajar en el desarrollo de un láser similar para sus máquinas de control numérico.

Descubrió entonces que en la Universidad de Koblenz, Alemania, realizaban investigaciones similares y ambas entidades empezaron a colaborar, lo que le permitió a VISI destacarse en el campo de la ingeniería inversa en México y encontrar un nicho en el mercado local, con una solución más asequible en costos.

Otro importante logro de VISI Series en el campo de la ingeniería inversa, aplicado al ámbito médico, se alcanzó en colaboración con la Fundación en Bioingeniería Humana Avanzada para la América Latina A. C. (Fundación BHA), a través del desarrollo de la primera prótesis craneal impresa en 3D en México, que utilizó material de titanio de grado quirúrgico y fue implantada con éxito en un paciente que sufrió un impacto de bala.

En la parte médica, el proyecto fue dirigido por Gilberto López, especialista en rehabilitación oral y craneofacial. En la ingeniería, el diseño de la prótesis estuvo a cargo de Raúl Moreno y su equipo.

Visión clara y mente emprendedora

La trayectoria del ingeniero Moreno le ha permitido constatar que la tecnología, en este caso la aplicación del diseño y la manufactura asistidos por computadora, no tiene límites, y que puede ser comercializada para resolver problemas cotidianos.

Raúl Moreno tuvo la oportunidad de desarrollar esta mentalidad emprendedora tempranamente, gracias a una de las personas que mayor impacto han tenido en su carrera profesional: Arturo Cuéllar López, por quien guarda un profundo agradecimiento.

“Durante el último año de la carrera de Ingeniería, él nos enseñó tecnologías de manufactura y nos mostró cómo aplicar la electrónica y las comunicaciones en este campo. Formó grupos para trabajar en proyectos reales de la industria y ofreció su laboratorio personal para continuar nuestro trabajo fuera de la universidad.

“Gracias a su guía y apoyo desarrollé un pensamiento emprendedor. Él me hizo ver que mis ideas podían resolver problemas cotidianos y ser comercializadas. Esto me motivó a ser empresario, y aunque solo trabajé para empresas durante cinco años después de terminar mi carrera, siempre tuve en mente ser emprendedor. A la fecha mantengo una buena relación con él y su familia, ya que le debo mucho de mi éxito profesional.”

Sobre sus principales logros, señala: “El más importante en mi vida ha sido crear una familia con mi esposa y tres hijos, quienes me han apoyado incondicionalmente durante mi desarrollo profesional. A pesar de los desafíos y largas horas de trabajo, su comprensión y apoyo han sido fundamentales. Además, tengo una madre maravillosa y dos hermanos que siempre me han motivado a seguir adelante”.

Y, por supuesto, también menciona a su empresa. “Me siento orgulloso de haber fundado una empresa que ha superado muchos obstáculos durante 20 años y ha contribuido con desarrollos tecnológicos para nuestro país, la industria y el sector salud”.

Creando redes en la industria

Es importante destacar que Raúl Moreno también ha sido una figura clave en la creación de redes y comunidades de apoyo dentro del ecosistema industrial. Su vinculación con el Clúster de Plásticos de Querétaro y el Instituto Queretano de Herramentales (IQH) ha sido fundamental para fomentar la colaboración y el desarrollo de mano de obra calificada en el sector.

Moreno participó en ambas organizaciones desde su fundación, con el IQH cuando con otros industriales identificaron la necesidad de formar una organización para capacitar técnicos en reparación de moldes y troqueles, y alinearon los esfuerzos de la industria, la educación y el gobierno con el concepto de la triple hélice.

Posteriormente, el gobierno estatal impulsó la creación de clústeres industriales, incluido el clúster de plásticos, al reconocer la importancia transversal de esta industria. La colaboración entre el IQH y el Clúster de Plásticos, del que VISI Series forma parte, ha sido esencial para el desarrollo tecnológico y la competitividad del sector, al demostrar que la unión de esfuerzos y la visión compartida pueden generar grandes avances para la industria y la economía regional.

Apuesta por la automatización

Finalmente, Raúl Moreno compartió los planes de VISI para el futuro próximo: “Nos hemos enfocado en darle una responsabilidad a la empresa, en resolver problemas y en poner la tecnología al alcance no solo de la industria, sino de las personas y de los estudiantes. Somos una compañía innovadora y siempre estaremos a la vanguardia tecnológica”.

Con respecto a la industria, el ingeniero afirma que los sectores del plástico que más crecerán son el transporte, la construcción y el embalaje. “Buscaremos aprovechar estas oportunidades mediante el desarrollo tecnológico y la automatización, especialmente en el contexto del nearshoring (…) La automatización no solo implica el uso de robots y sistemas electrónicos, sino de soluciones mecánicas simples que mejoren la eficiencia. La relocalización de plantas de manufactura a México requiere una mano de obra más calificada, y la automatización es clave para cumplir con las demandas del mercado actual”, sostiene.

También subrayó que la automatización no debe ser vista como una amenaza para el empleo, sino como una oportunidad para relocalizar y mejorar las habilidades de la mano de obra. “La automatización puede incluir tanto sistemas electrónicos como mecánicos, y es esencial para que México pueda competir en las oportunidades que se están abriendo”.