Fabricación de moldes en México: ¿una carrera contra el tiempo?

Desde hace más de una década, México vive una carrera contra el tiempo para dejar de depender de las importaciones de moldes, troqueles y herramentales, pues las empresas que utilizan estos insumos suelen optar por adquirirlos en Asia, en Europa o en Estados Unidos y Canadá.

En 2020, la Asociación Mexicana de Manufactura de Moldes y Troqueles (AMMMT), estimaba que el mercado de moldes y troqueles tenía un valor superior a los 5,000 millones de dólares y que este ramo demandaría 2,500 técnicos por año durante la década siguiente.

Del total de las importaciones que se realizan en esta industria al año, el 40 % corresponde a moldes para inyección de plástico, lo que representa ventas por 1,700 millones de dólares en todo el mundo.

La fuerte dependencia de estas importaciones proviene de décadas atrás y quedó en el imaginario de muchos profesionales. El doctor Santiago Alarcón, instructor en un diplomado enfocado en el manejo de máquinas CNC que organiza el Instituto Queretano de Herramentales (IQH), recuerda que cuando llegaron al país las primeras máquinas de control numérico, solo interactuar con ellas “era totalmente un tabú”, ya que “nadie podía tocar una máquina si no era el alemán, el italiano o el ‘americano’ que venía casi integrado con ella”.

Alarcón dice que la primera vez que trabajó con un equipo CNC lo hizo obligado por las circunstancias, porque el encargado anterior venía de Estados Unidos, “y un buen día dijo: ‘Necesito irme’, y se fue. Todos dijimos: ‘¿Ahora qué hacemos?’, y tuvimos que entrar a estudiar la máquina, a ver cómo funcionaba y a echarla a andar porque necesitábamos producir”.

Aunque al inicio solo un puñado de especialistas alertaba sobre la inminente necesidad de generar capacidades para fabricar moldes y herramentales propios, a medida que la manufactura mexicana crece y se diversifica se han multiplicado las voces que piden incrementar dichas capacidades y ha crecido la confianza en que el país podrá ganar esta carrera contra el tiempo.

En los últimos años, diversas iniciativas han buscado contribuir al objetivo de ser autosuficientes en la fabricación de moldes, troqueles y herramentales. En este gran esfuerzo sobresale la labor de la AMMMT y el IQH, organismos con estrategias robustas que apuntan a profesionalizar al sector, y a promover vínculos entre empresas y jugadores industriales que puedan beneficiarse del trabajo colaborativo.

AMMMT: un punto de vinculación y fortalecimiento para los fabricantes de moldes

En 2014, un grupo de empresarios fundó la AMMMT y, desde entonces, este organismo se ha convertido en un punto de referencia para múltiples actores interesados en fortalecer la manufactura nacional a partir de la fabricación de moldes que demandan industrias estratégicas como la automotriz, la aeroespacial, de electrodomésticos y de dispositivos médicos, entre otras.

Lorena Bustamante Roji, actual vicepresidenta de la AMMMT, considera que uno de los grandes logros de esta asociación fue haber iniciado con solo seis empresas y contar hoy con más de 60 asociados.

“La confianza que lograron infundir fue trascendental por la visión que en conjunto definieron en pro de un sector de alto impacto en la manufactura, y ahora son empresas muy destacadas”. Apoyar el fortalecimiento de las empresas del sector, es otro logro que ella destaca, pues la Asociación “ha ayudado a tener mejores opciones de proveedores, y eso ha trascendido incluso a nivel internacional”.

A la pregunta de cómo evalúa la situación actual de la producción de moldes y troqueles en México, la también representante de la empresa jalisciense Precision Metal Stamping, responde que “se trata de todo un ecosistema debe funcionar adecuada y coordinadamente”, pues, desde su perspectiva, el incremento en la producción de moldes dentro del país ha sido lento.

“Nuestra evaluación actual es que nos hace falta acelerar el proceso de fortalecimiento de nuestras empresas, ya que las oportunidades de negocio pueden ser muy favorables, especialmente ahora,  si tenemos las condiciones correctas. Debemos ser más veloces en entender e integrar nuevas tendencias tecnológicas que nos ayuden a optimizar nuestras operaciones, a controlar nuestros costos, a transformar en menor tiempo y entonces poder ser competitivos”, refiere.

La directiva subraya que, en varias regiones, hace falta un cambio de mentalidad empresarial. “Esto lo platicamos todos los días con nuestros asociados. No importa el tamaño de tu empresa, lo que importa es cumplir con las expectativas del cliente y que tengas el nivel que ellos esperan. Los clientes no se fijan en cuántos empleados tienes ni cuántos metros cuadrados ocupa tu empresa; ellos ven tu estructura, cómo previenes riesgos, que tengas finanzas controladas y un plan estratégico. Nuestros clientes nos cuestionan esto y, por eso, concluimos que vamos lento en el gremio PYME”.

A pesar de las dificultades, Bustamante insiste en que debemos reforzar la capacidad nacional para fabricar moldes, porque “el mercado es grandísimo”, y “todas esas oportunidades que no podemos aprovechar por falta de capacidades se nos escapan como agua entre las manos”.

Del mercado nacional, valuado en más de 5 mil millones de dólares, “apenas podemos abarcar 5 %”, afirma Bustamante, y añade que “el tamaño del mercado a escala global de moldes, troqueles y fixtures tiene un valor de más de 212 billones de dólares, entonces, ¡es enorme! Esta necesidad la palpamos todo el tiempo y lo único que tenemos que hacer para aprovecharla es estar preparados”.

Miguel Ángel Aguirre Hernández, director del IQH, coincide con ella al decir que México tiene el potencial para volverse líder en la fabricación de moldes, gracias a que “tenemos la maquinaria, el equipo y la gente, pero debemos tener un objetivo claro”.

IQH: detonar la profesionalización del sector de moldes

Fundado en 2015, el Instituto Queretano de Herramentales (IQH) tiene como objetivo crear mecanismos para que las empresas de alta tecnología se mantengan al día en las áreas de plásticos, moldes y troqueles, fortalecer sus capacidades e impulsar su participación en actividades de mayor valor agregado, todo esto mediante la formación profesional del capital humano.

Este instituto ofrece una serie de programas enfocados en profesionalizar a técnicos e ingenieros que trabajan en la fabricación de moldes, o que utilizan moldes en su labor cotidiana. Estos programas suelen estar abiertos al público, pero el organismo diseña también planes a la medida de las empresas. Para tener un mayor impacto, el IQH trabaja con entidades gubernamentales, asociaciones y clústeres, a fin de promover la especialización en el ramo y disminuir la rotación de capital humano en estas áreas.

A decir de Carolina Sedano, encargada de proyectos de la institución, el IQH tiene como fin “detonar la profesionalización de estos sectores que tradicionalmente se han desarrollado de forma empírica, ya que se suman empleados a estos procesos sin conocimiento y se van desarrollando sobre la marcha, pero sin conocimientos fundamentales, sin información técnica acerca de lo que implican los procesos”.

En lo que va de 2022, este instituto ha desarrollado múltiples capacitaciones, entre las que sobresalen dos diplomados únicos en su tipo. El primero fue en Moldes y Procesos de Inyección que concluyó en marzo. Se trató de un programa de tres módulos especializados en reconocimiento de materiales plásticos, diseño de moldes y moldeo por inyección y problemas de manufactura. Tuvo un total de 90 horas y se impartió en modalidad híbrida con 15 alumnos en de forma presencial y 19 alumnos de manera virtual.

El segundo diplomado, en el que participa Santiago Alarcón, iniciará en agosto de 2022 y se enfoca en el manejo de máquinas CNC. Este programa será de 75 horas y abordará el conocimiento de las herramientas de control numérico, así como su programación. “Toda la programación se hace en código ISO o código a pie de máquina, por así decirlo, y después nos vamos a la parte de operación, que también incluye la operación de máquinas de dos y hasta cinco ejes”, comenta el doctor Alarcón.

De acuerdo con Sedano, estos dos programas pueden considerarse complementarios, ya que el primero “se enfoca en la parte de ingeniería, en los conceptos de diseño y lo que se debe saber para comprender el funcionamiento de un molde y del proceso de moldeo por inyección de plástico”.

Alarcón detalla que la capacitación que él imparte ve el proceso de inyección desde antes. “Yo empiezo desde una barra de metal hasta la obtención del molde, que es lo que tenemos con las máquinas de control numérico. Si el molde no está hecho con la calidad que se requiere, la máquina va a inyectar piezas de baja calidad. De ahí el interés del instituto, pues vimos que ahora tenemos que iniciar desde la raíz, que es la fabricación misma del molde”.

Claves para acelerar el liderazgo mexicano en el sector de moldes

Los especialistas de AMMMT e IQH coinciden en la necesidad de acelerar todos los esfuerzos para impulsar la formación de especialistas y la fabricación de moldes en México, y dicen que, para lograrlo, es necesario también promover un cambio de mentalidad.

En un evento reciente, el líder del IQH, Aguirre Hernández, preguntó: ¿qué se requiere para ser líder de una empresa de moldes?, y respondió con cinco características:

1. Conocer el negocio
2. Estar comprometido
3. Ser creativo
4. Capacitar y desarrollar al personal
5. Hacer cadenas de valor con clientes, proveedores y desarrolladores.

En este último punto, el experto enfatizó que las empresas mexicanas de moldes deben “aliarse con todo actor que pueda sumar valor a esta cadena, siempre pensando en un ganar-ganar”, y agregó que estas empresas deben empezar a trabajar como equipos multifuncionales para captar nuevos clientes y dividir las ganancias. “Todos sabemos cuánto cuesta hacer un molde, pero cuando lo dividimos en partes se nos olvida que queríamos ganarlo todo nosotros”.

Otra ventaja de este esquema colaborativo es que cada empresa aporta su expertise, y eso les permite trabajar en varios proyectos al mismo tiempo, además de que varias empresas se benefician al ganar un proyecto. En este esquema, dijo, “el líder suma a su equipo, busca alianzas y trabaja para dar el resultado”.