Hablemos de plásticos de un solo uso

Recientemente hemos visto cómo ha venido aumentando la presión hacia los plásticos desechables o de un solo uso, al punto de que en mayo pasado la Unión Europea anunció que podría emitir una prohibición a productos tan cotidianos como popotes, mezcladores, contenedores de comida y cotonetes, así como a platos, cubiertos y vasos desechables. Esto, por supuesto, como una medida para combatir la contaminación de los océanos.  

A nuestra industria plástica estos anuncios le encienden una serie de alarmas, ya que en México y otros países de Latinoamérica hemos visto iniciativas de ley enfocadas en la prohibición. Por eso, considero urgente recomendar la lectura de un informe especial publicado en junio por la Organización de las Naciones Unidas, que se denomina "Plásticos de un solo uso: una hoja de ruta para la sustentabilidad". El informe presenta un panorama de la contaminación por plásticos en 2018 y expone una lista de mejores prácticas y lecciones aprendidas de casos puntuales de intervención gubernamental.

En un apartado el informe asegura que para atacar la raíz del problema, los gobiernos necesitan mejorar las prácticas de manejo de residuos e introducir incentivos financieros para cambiar los hábitos de los consumidores, comercios y fabricantes, así como proponer políticas que promuevan un modelo circular de diseño y producción de los plásticos. Así mismo, que los gobiernos deben financiar la investigación y el desarrollo de materiales alternativos, crear conciencia entre los consumidores y brindar elementos para asegurar que los productos plásticos están correctamente etiquetados y aporten soluciones a la crisis actual.

El texto señala que las alianzas de los sectores público y privado, así como los acuerdos voluntarios pueden ser buenas alternativas a las prohibiciones.

El objetivo de la publicación es darles herramientas a los legisladores que tengan la intención de introducir medidas para regular la producción y el uso de plásticos de un solo uso. En el documento hay elementos para que los industriales del plástico puedan anticiparse a la formulación de alternativas, y tengan argumentos para exigir la participación del gobierno en soluciones integrales y caminos diferentes a la prohibición.

El director del Pnuma, Erik Solheim, asegura en la carta editorial del documento que el plástico no es el problema, sino lo que hacemos con él.

Nosotros, como industria plástica, desde nuestro rol de ingenieros, investigadores, operarios y hasta comunicadores tenemos en esta coyuntura una oportunidad para aportar a la discusión de qué hacer con los plásticos, y demostrar al mundo que no son un desecho indeseado, sino un recurso valioso.

Encuentre aquí el link al documento en inglés.