La doctora Odilia Pérez Camacho es investigadora titular del Centro de Investigación en Química Aplicada (CIQA), donde cuenta con más de veinte años de experiencia en el área de síntesis de polímeros, tanto en la investigación básica como en la realización de proyectos con la empresa privada. Desde su vocación académica, ella tiene la gran satisfacción de haber apoyado a doce estudiantes de doctorado y a diez de maestría en la consolidación de sus estudios, y desde su vocación hacia la investigación cuenta con diversos logros y aportes al sector productivo.

Su vinculación con la industria se dio a comienzos de la década de los noventa, cuando luego de graduarse de Ingeniería Química se dio un boom por la industria plástica.

“Eran los materiales con gran potencial de aplicación. Empezaban las mezclas poliméricas y en México se proyectaba como un tema de vanguardia. Un compañero me contactó con el CIQA y me incliné por hacer mi maestría en Química Orgánica, que está muy relacionada con los polímeros”.

Posteriormente, el CIQA estableció el programa de doctorado en Tecnología de Polímeros y entonces se enfocó en estudiar lo relacionado con compuestos organometálicos, como catalizadores. A partir de allí empezó con la línea de investigación de catálisis polimérica, llamada también polimerización por coordinación, enfocada en poliolefinas. También está en el área de síntesis de polímeros de otros tipos, como los obtenidos por radicálica clásica, radicálica controlada y policondensación.

“Es muy importante el asesoramiento a los estudiantes. En la investigación de plásticos hay proyectos largos, que toman tiempo, y hay que ser muy perseverante para llegar al punto. De ahí que motivar a los estudiantes y ayudarlos a ganar enfoque sea una tarea satisfactoria. La recompensa está en el aprendizaje, en el desarrollo de productos y en ver que varios estudiantes perseverantes hoy son exitosos”, refiere.

En relación con la industria, la doctora Odilia y su equipo han trabajado en proyectos de gran envergadura con Pemex Petroquímica, ahora Pemex Etileno, y con empresas del extranjero que desde hace varios años comercializan productos desarrollados en el CIQA.

Desde su visión y experiencia en la investigación y la mentoría académica, ella vislumbra que durante los próximos años se continuará trabajando en la optimización de los catalizadores para reducir el costo y maximizar la eficiencia de los materiales que ya hoy se usan. “Un reto está en lograr desarrollos nuevos, sin invadir patentes, porque en todos los países hay producción científica. La clave está en determinar la novedad y patentarla, a medida que se va madurando la tecnología”.

Con respecto a la pandemia, la doctora Odilia señala que se ha abierto un gran campo de aplicación y exploración para los materiales poliméricos. Por ejemplo, en el desarrollo de materiales antisépticos, que sean económicos y ligeros.

“Un plástico brinda soluciones para obtener propiedades antimicrobianas, como nanopartículas con un principio activo que permita desactivar virus y bacterias. Hay muchas formas de aplicar los polímeros, tantas como uno se pueda imaginar. Desde la dispersión de nanopartículas en superficies plásticas y telas antisépticas, hay mucho en desarrollo”, comenta.