Si hay una profesional que comprende todas las decisiones que deben tomarse para que un plástico reciclable realmente se recicle, esa Laila Munayer Sandoval, actual gerente de sustentabilidad para ALPLA en México, Centroamérica y el Caribe.

Su rol, dentro de esta gran compañía líder en soluciones de envasado y reconocida en todo el mundo por producir envases de plástico de alta calidad, se guía por tres pilares complementarios: sustentabilidad, comunicación y asuntos públicos, que le permiten comprender y gestionar temas como la economía circular y el reciclaje en una dimensión más amplia.

Parte de las responsabilidades que Laila desempeña desde hace dos años en ALPLA, consisten en buscar el equilibrio entre el bienestar social, el cuidado del medioambiente y el crecimiento económico de la compañía, así como detectar oportunidades y riesgos para la empresa, considerando los contextos normativos, económicos y sociales.

“Se trata de tres áreas que me apasionan y que me han dado una visión de lo que la empresa necesita, pero también de lo que puede aportar. Y creo que esto es lo que más me gusta de mi trabajo, especialmente poder platicar con la gente, incluidas personas de otras empresas, y trazarnos objetivos comunes como, por ejemplo, transmitir al público la importancia de los plásticos y decirles con datos que se trata de los materiales más sustentables para envases en términos de huella de carbono y derribar los mitos alrededor de ellos, para que tomen decisiones más informadas”.

Para asumir tales retos, Laila cuenta con sobradas credenciales gracias a su sólida preparación profesional y una multifacética carrera, que incluye tanto al sector público como al privado.

“Tengo un background un poco extraño en esta industria, porque de formación soy politóloga internacionalista por el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), luego hice una maestría en Economía y Negocios (…) He tomado cursos de programación neurolingüística, también un diplomado en política pública y diversos cursos en sustentabilidad. Entonces, esto me ha permitido, en mis 18 años de carrera profesional, tener esta visión mucho más holística y poder aportar. Trabajé en la Presidencia de la República y también en el sector privado en temas de consultoría al sector financiero (…) Todo ello me ha llevado a conocer las necesidades de diversas industrias y aunque esta es una industria totalmente diferente, un mundo aparte, multisectorial y muy complejo, he podido traer mi experiencia y aportar”.

La sustentabilidad como estrategia

Como explica Laila Munayer, ALPLA es una empresa que desde hace muchos años ha establecido un fuerte compromiso con la sustentabilidad, incorporada en su estrategia de negocio.

“Hemos encontrado en la economía circular una herramienta para lograr nuestros objetivos sustentables. Seguimos siendo una empresa familiar, y esto es muy importante decirlo porque se trata de una de nuestras principales fortalezas, que implica pensar siempre en las generaciones futuras (…) Está en nuestro core porque el fundador es el abuelo de nuestro actual director. Y la economía circular forma parte de las directrices que nos ha dado nuestro CEO a escala global, Philipp Lehner, a través de cuatro hilos conductores: las 4 R de Reducción, Reúso, Reciclaje y Reemplazos, cada uno con muchos programas e iniciativas”.

Las más importantes, de acuerdo con Laila, incluyen: reducir la cantidad de material que ALPLA emplea en sus productos, para disminuir su huella de carbono; desarrollar materiales (botellas) que puedan reutilizarse hasta 25 veces y con un alto grado de material reciclado; expandir su portafolio de productos para incluir artículos hechos, por ejemplo, a base de plantas o cápsulas de café totalmente compostables, y por supuesto, apostar por el reciclaje.

México como punta de lanza

Para ALPLA, uno de los elementos clave de la economía circular es el reciclaje. Por esta razón, la compañía invierte continuamente en la infraestructura de reciclaje global.

En total ha construido una capacidad anual de 277 mil toneladas de material reciclado, compuesto por rPET y rHDPE, y su objetivo está centrado en aumentar el número de instalaciones, así como todos sus procesos de reciclaje. De acuerdo con Laila Munayer, México ocupa un lugar muy importante dentro de estos proyectos.

“En la parte del reciclaje estamos invirtiendo muchos más recursos. Se trata de 50 millones de euros, cada año entre 2021 y 2025, un monto que vamos a invertir a escala global solo para actividades de reciclaje, sin contar proyectos para transformación. Estamos muy contentos porque México es punta de lanza en el grupo. Estamos presentes en 45 países y México es el único país en el que tenemos dos plantas de reciclaje y una más en construcción. Como subsidiaria tenemos ALPLA Recycling en Toluca, que realiza reciclaje de HDPE, y las otras dos son proyectos con socios estratégicos para el reciclaje de PET”.

Desde su posición, Laila considera que actualmente es imposible desasociar la industria de los plásticos, del reciclaje. “Muchas empresas en el negocio conocemos nuestra responsabilidad y sabemos cómo apoyar para hacer una diferencia ante los retos mundiales que tenemos, como la contaminación. El reciclaje es una solución real, pues el problema no es el plástico, sino el uso que se le da al final de su vida útil, y ahí tenemos que trabajar muchísimo”.

Equilibrio de vida como reto

Si bien en su trayectoria Laila ha tenido grandes logros, un reto en el que trabaja día a día es balancear su rol de madre de familia con su profesión:

“Muchas mujeres tenemos el doble reto de ser madres y profesionistas. Una parte del desafío es estar en una industria, conocerla, aportar y sobresalir, y para ello necesitas prepararte con el fin de tener un impacto positivo en la empresa, pero también en las comunidades en las que nos estamos desarrollando. Por otro lado, está el reto de tener hijos pequeños, de criarlos, de que sean personas de bien, y de tener tiempo para ellos, para disfrutar en familia. Cumplir estos retos en equilibrio es mi mayor motivación y algo en lo que trabajo cada día”.

Sobre el aporte femenino en la industria y en el mundo laboral, Laila considera que el rol de las mujeres es sumamente valioso y que su liderazgo merece ser impulsado.

“Mujeres excepcionales que conocí en mi formación me enseñaron el valor que tiene el trabajo de la mujer en el mundo, en todos los centros de trabajo, y cómo nos podemos complementar en actividades tradicionalmente desarrolladas por hombres (...) Creo que es importante esta responsabilidad como mujeres. Me siento muy honrada de que me consideren una mujer líder, pero aunque no seas líder, incluso si eres hombre, es importante tener conciencia de la responsabilidad de apoyar a otras mujeres (…) Solo así conseguiremos hacer un cambio y no solo en el sector, sino como mujeres dentro del ámbito laboral, ya que su aportación sigue siendo desdeñada en algunas industrias, en muchos países y en diferentes actividades”.

Finalmente, Laila compartió algunos consejos para las mujeres interesadas en incorporarse a la industria del plástico:

“El primero es que se sienten a las mesas de negociación, que estén presentes donde se discutan temas estratégicos. Diferentes estudios nos dicen que las mujeres tendemos a subestimar nuestro trabajo. Creo que eso es muy grave. Una estadística indica que el 57 % de los egresados hombres negocian su primer salario, mientras que solo el 7 % de las mujeres lo hacen. Mi consejo es que lo hagan, que se sienten a la mesa a negociar y a hablar de sus ideas”.

“El segundo consejo es que sean resilientes, porque existe la probabilidad de que la primera vez no funcione, pero hay que llegar más fuertes que la vez anterior para que su voz sea escuchada”.

Y el tercero, no solo para mujeres, es que se preparen. La preparación y el trabajo duro van a hacer que se destaquen en cualquier sector, no solo en este, y que se preparen no solo en temas específicos de sus carreras, sino en otras habilidades que les ayuden a tener un liderazgo más fuerte, más efectivo y con mejores resultados.