"La economía circular no funcionará sin información": R-Cycle

Como parte de una serie de entrevistas con personalidades del sector de plásticos, previa a la Feria K 2022, la Asociación de Maquinaria de Plásticos y Caucho de Alemania (VDMA) platicó con el Dr. Benedikt Brenken, director de la Iniciativa R-Cycle, sobre economía circular y las estrategias para acelerar su implementación que está empleando la iniciativa que lidera.

Dr. Brenken, ¿qué es R-Cycle y cuáles son sus objetivos?

R-Cycle tiene dos dimensiones: por un lado, es un estándar abierto para la realización del pasaporte digital de productos para plásticos. También es una iniciativa intersectorial, una asociación de empresas que quieren promover y difundir el pasaporte digital de productos con las aplicaciones correspondientes. Ya estamos utilizando el estándar en proyectos iniciales y hemos podido demostrar su efectividad. Se presentará al público en la feria K.

¿Qué tipo de estándar es?

Trabajamos en conjunto con GS1. Esta es una organización sin fines de lucro que desarrolla estándares abiertos para procesos entre empresas en todo el mundo. Entre ellos se encuentran los números globales de artículos de comerciales (Global Trade Item Number), que nosotros, como consumidores, conocemos como códigos de barras, además de los números en la mayoría de los productos.

Esto permite identificar los productos en todo el mundo. Inicialmente, nos preguntamos, ¿qué es lo que principalmente nos falta para lograr una economía circular? La respuesta fue: información, para una clasificación más precisa y un reciclaje de alta calidad de los productos de plástico. Necesitamos proporcionar esta información a lo largo del ciclo de vida de cada producto de plástico. Si queremos compartir la información, necesitamos un estándar. GS1 ya tiene estándares apropiados que podemos adaptar al caso de uso de los plásticos.

¿Qué son las adaptaciones específicas en los plásticos?

De hecho, la primera fase consistió en averiguar qué datos deberían recopilarse y cuáles no. Necesita ciertos datos sobre un empaque para que el clasificador sepa de qué está hecho, por ejemplo, y cómo se puede reciclar. Por otro lado, también se debe asegurar que no se registren datos que revelen secretos de la empresa, como recetas. También hemos discutido todo esto con otras asociaciones e iniciativas desde el principio porque es importante tener en cuenta los intereses de las diversas partes interesadas.

¿Cómo es este tipo de identificación?

El pasaporte del producto consta de tres cosas: en primer lugar, un número de identificación para que el producto pueda ser identificado. En segundo lugar, los datos que se registran para ello. Lo hemos definido en la norma. El tercero es la marca que une el producto y el número de identificación: un código de barras, un código QR, una marca de agua digital.

Estamos abiertos a todo tipo de tecnologías de marcado, y aquí estamos trabajando con diferentes proveedores e iniciativas, como la iniciativa de marcas de agua digitales HolyGrail 2.0. Nuestro enfoque en R-Cycle es capturar y proporcionar datos a lo largo del ciclo de vida. Dependiendo de los requisitos, podemos recurrir a diferentes tecnologías de marcado.

¿Cómo surgió la idea de R-Cycle?

La idea se originó en Reifenhäuser. Allí desarrollamos tecnologías para empaques que son más fáciles de reciclar. Durante el proceso, surgió un problema básico: ¿de qué sirve si desarrollemos empaques totalmente reciclables y que nuestros clientes los lleven al mercado, pero los empaques siguen yendo al reciclaje térmico? En el proceso actual de clasificación de residuos, los empaques solo se reconocen como reciclables en una medida muy limitada. La clasificación no es lo suficientemente precisa y, sin embargo, toda la información necesaria para un mejor reciclaje está disponible en nuestras máquinas y sistemas; ya lo usamos para controlar los procesos.

Por lo tanto, ¿por qué no deberíamos poder utilizar esta información en todas las empresas con fines de reciclaje? Con esta información, puede clasificar mejor los residuos plásticos y lograr mayores calidades de reciclado. Dicha información relacionada con el reciclaje debe incluirse con cada producto. Ese fue el comienzo del R-Cycle.

¿Qué proyectos piloto ya están en marcha?

Un ejemplo son las bolsas de materia prima que hemos producido con Exxon Mobil que continuamente movíamos en círculos. Eso significa que fueron producidos y reciclados directamente de nuevo.

Gracias al pasaporte digital de productos de R-Cycle, fue posible leer las propiedades de los envases relevantes para el reciclaje en el proceso de reciclaje. Esta información permite introducir selectivamente bolsas usadas en el proceso de reciclaje como materia prima.

Junto con otros socios, nuestro socio Brückner Maschinenbau ha producido una bolsa de patatas fritas que consiste en una película con un recubrimiento metálico y que sigue siendo totalmente reciclable. Al final, el reciclado volvió a ser una lámina. Estos son dos de los muchos ejemplos que muestran cómo el uso del pasaporte digital de productos permite la clasificación y el reciclaje basados en datos.

Las aplicaciones potenciales tampoco se limitan al embalaje: para un proyecto con la Sociedad Alemana para la Cooperación Internacional (Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit – GIZ) y el Ministerio de Agricultura de China, hemos producido películas agrícolas que tienen un pasaporte de producto digital. El escaneo registra qué agricultor aplica qué película en qué campo. Cuando se recoge la película, se escanea de nuevo y se puede elaborar un balance cuantitativo de cuánta película se aplicó y cuánto se recogió, lo que garantiza que toda la película se recoja y se recicle.

Entonces, ¿los beneficios del pasaporte de productos digitales se extienden más allá de la economía circular?

Hay mucho más potencial. y queremos desarrollarlo aún más. El objetivo ambicioso, por supuesto, es utilizar mejor los datos para reciclar, pero pasará algún tiempo antes de que esto se aplique realmente a gran escala y se establezcan las infraestructuras correspondientes. Mientras tanto, sin embargo, queremos aprovechar el pasaporte de producto digital. Se puede utilizar, por ejemplo, para evaluar la reciclabilidad de un producto. Los datos se pueden utilizar para calcular la huella de carbono de un producto o para optimizar procesos en el sentido de la Industria 4.0, por ejemplo. Todas estas son aplicaciones que estamos discutiendo e implementando con varios socios.

Más de 20 empresas líderes en el mercado ya se han unido a nuestra comunidad R-Cycle, y estamos constantemente buscando más para probar el potencial de los pasaportes de productos digitales en tantas aplicaciones como sea posible.

¿Podemos afirmar que el pasaporte de producto digital es un requisito previo para la economía circular?

Absolutamente. La economía circular no funciona sin compartir información relevante entre las partes interesadas involucradas a lo largo del ciclo de vida. No es suficiente proporcionar información sobre el producto solo al final de la vida útil. Las máquinas conectadas en red con R-Cycle pueden obtener información precisa sobre los respectivos productos anteriores del pasaporte digital del producto y complementar sus propios datos en consecuencia, agregando valor para los procesadores en el proceso posterior. Finalmente, con R-Cycle estamos utilizando el potencial de la digitalización para ciclos de materiales sostenibles, como también se exige políticamente en el marco del Plan de Acción de Economía Circular de la Unión Europea.