México, hacia la economía circular de los plásticos
El diseño es la clave de la economía circular de los plásticos, y México ya está dando pasos. A propósito de una nueva iniciativa global para llevar los envases y empaques plásticos hacia la economía circular, hablamos con destacados líderes de opinión de la cadena de valor en el país para entender el alcance de esta estrategia y ver la posición de México.
En enero pasado, la Fundación Ellen MacArthur y el Foro Económico Mundial publicaron el reporte “La nueva economía de los plásticos: catalizando la acción”, que se propone abordar los problemas globales relacionados con los plásticos mediante la innovación en diseño, reciclaje y modelos de entrega de envases y embalajes plásticos. El reporte busca presentar una guía de ruta para incrementar las tasas globales de reciclaje de empaques plásticos, y llevarlas de 14%, en la actualidad, hasta 70%.
El informe considera tres hallazgos fundamentales para llegar a esta meta. El primero es que sin un rediseño fundamental e innovación, el 30% de los envases de plástico (por peso) nunca será reciclado. El segundo es que al menos para 20% de los envases la reutilización podría ser una opción económicamente atractiva, y finalmente el tercer hallazgo es que más del 50% de los envases de plástico puede ser reciclado de manera rentable si se realizan mejoras en el diseño de los envases y embalajes, y en los sistemas de manejo después de su uso. Así, la innovación en diseño, materiales reciclables o compostables y tecnologías de reprocesamiento son necesarias para avanzar.
El plan de acción es producto de la iniciativa “La nueva economía de los plásticos” (The New Plastics Economy), que empezó en mayo de 2016 gracias una colaboración multi-industria, liderada por el Foro Económico Mundial y la Fundación Ellen MacArthur. La iniciativa reúne a más de 40 organizaciones líderes que representan toda la industria del plástico mundial, desde los fabricantes de productos químicos hasta los productores de bienes de consumo, minoristas, autoridades municipales y recicladores, para trabajar conjuntamente en busca de un sistema mundial más eficaz.
Entre los nombres que componen la lista están Unilever, Danone, Procter & Gamble, Amcor, Coca-Cola, PepsiCo., Borealis, Dow, DuPont, NatureWorks y Novamont.
En entrevista para Plastics Technology México Rob Opsomer, líder de la iniciativa, comentó que el reporte, presentado en el pasado Foro Económico Mundial en la ciudad de Davos (Suiza), entrega una estrategia clara para llevar el sistema global de plásticos hacia la economía circular, cuyo concepto pretende conseguir que los productos, componentes y recursos en general mantengan su utilidad y valor en todo momento.
Actualmente, cerca de 95% del valor de los materiales plásticos con los que se fabrican los envases y embalajes se pierden en la economía al no ser reaprovechados. Al aplicar los principios de la economía circular a los flujos globales de envases y embalajes se pueden reintroducir estos materiales en el ciclo y reducir los impactos negativos asociados a los plásticos, como la contaminación de los océanos. De esta manera, la iniciativa plantea la visión de una economía global en la que los plásticos nunca se convierten en un desecho, sino que son reutilizados de diversas formas.
Uno de los logros recientes de la iniciativa ha sido el lanzamiento de la Guía de Diseño Circular. Este documento hace evidente cómo el diseño ha cambiado su enfoque con los años. Primero hacia productos, luego hacia compañías y ahora hacia sistemas económicos completos.
“La iniciativa de la Nueva economía de los plásticos continuará jugando un rol catalizador, al reunir a las compañías participantes mediante mecanismos de diálogo para estructurar los primeros elementos de un Protocolo Global de los Plásticos y darle paso a un sistema circular de plásticos económicamente viable”, comentó Opsomer. De acuerdo con el directivo, la fundación está buscando expandir esta iniciativa geográficamente en 2017, donde México y América Latina están en los planes.
En México, platicamos con reconocidos líderes de opinión, pertenecientes a la cadena de valor de envases y embalajes plásticos para conocer sus impresiones sobre esta iniciativa y para encontrar en cuáles de los puntos planteados del reporte el país tiene logros para mostrar.
Todos los entrevistados coinciden en que la meta de llevar la tasa de reciclaje global de envases y embalajes plásticos de 14 a 70% es ambiciosa, pero necesaria.
“Debe hacerse así, porque si se fijan metas más cortas, luego el esfuerzo es más corto. Lo bueno es que la iniciativa no está enfocada nada más en el reciclaje sino que se extiende también al rediseño de productos y, a partir de la economía circular, contempla el aprovechamiento de estos materiales”, comentó Jorge Treviño, director general de Ecoce, una asociación civil sin fines de lucro, creada y auspiciada por la industria de bebidas y alimentos para impulsar el acopio y reciclaje de envases y empaques en México.
De acuerdo con Treviño, en este tipo de iniciativas la participación de la industria es crítica. “El mayor promotor de la cadena de valor y quienes pueden generar un cambio son los fabricantes de productos terminados de consumo. Por eso, el peso de la iniciativa presentada en Davos tiene que ver con el tipo de empresas que anunciaron su respaldo. Si ellos están dispuestos a liderar y a generar cadenas de valor que incorporen el material reciclado en sus empaques, van a lograr que se mueva la cadena”, comentó.
¿Qué pasa en México con la cadena de valor?
De acuerdo con Hiram Cruz Cortés, director general de la Asociación Mexicana de Envase y Embalaje (AMEE), en México la industria ha sido muy consciente de la necesidad de tomar iniciativas basadas en innovación y diseño. Se trata de una industria muy dinámica, teniendo en cuenta que cerca del 50% de los materiales plásticos, por volumen, se destinan hacia la industria de envases y embalajes.
“En el país la tasa de reciclaje de envases y embalajes plásticos está por el orden del 16%, muy alineado con la tasa global actual del 14% que señala el reporte del Foro Económico Mundial”, comentó.
Un ejemplo destacable es el de la cadena de valor del PET, pues México es líder en todo América en acopio y reciclaje de este material, con una tasa de recuperación de 50.4%, según cifras de 2015. Aquí, ha sido muy exitosa la movilización de toda la cadena, porque las empresas que fabrican los productos de consumo y que envasan en PET son quienes han estimulado el movimiento, inclusive al punto de subsidiar el proceso de acopio y reciclaje.
“Hemos visto cómo desde que todo esto comenzó estamos recuperando más materiales, ha crecido la industria, hay nuevos empleos, el país está más limpio y hay más familias viviendo del proceso de acopio y reciclaje de PET en México. Todo, gracias al empuje que ha hecho la industria de productos de consumo, desde bebidas y refrescos hasta salsas y complementos alimenticios, para valorizar los materiales”, comentó Jorge Treviño, de Ecoce.
De acuerdo con el director de Ecoce, el rol de las compañías dueñas de marca es clave, porque son ellas las que pueden generar un mercado para la recuperación de los materiales provenientes de sus envases. “Si no hay mercado no hay valor, y si no hay valor, a la gente que los acopia no les interesa recogerlos, y si no les interesa recogerlos, esos materiales se quedan tirados. El valor que se les dé a estos materiales es lo que mueve la economía circular del reciclado”, comentó.
Según el directivo, para llegar a ese punto la cadena de valor tiene que cumplir con los tres pilares de la sustentabilidad e incorporar los aspectos ambientales, sociales y económicos para que funcione.
Ecoce ha venido trabajando y sigue trabajando en generar vínculos dentro de las cadenas de acopio y reciclaje de materiales provenientes de envases y embalajes. Ahora sus esfuerzos no están solo en PET sino que incluyen otras cadenas, como polietilenos, películas plásticas, cartón laminado y vidrio, entre otros. “En el momento en que logremos ordenar los enlaces en las diferentes cadenas, esto nos permitirá tener mejor comunicación para difundir la información correcta y aprovechar las oportunidades.
En México pasa mucho que los temas están desconectados. Hay alguien que no sabe qué hacer con un tipo de empaque, mientras que al otro lado del país otra persona requiere este material, y al no tener abasto se va a buscar al extranjero”, comentó.
El ejemplo de Ecoce se ha vuelto un modelo a seguir no sólo en México sino también en toda América Latina. “Hemos ido a Panamá, Guatemala y Colombia a contarles nuestro caso e intercambiar información. La idiosincrasia, la cultura y los climas son más parecidos que con otras economías”, añadió.
Así mismo, el caso de PetStar, una de las más grandes plantas de reciclaje de PET grado alimenticio del mundo según la consultora británica PCI, ilustra cómo la alineación de la cadena de valor es crítica para garantizar la recuperación y reciclaje de los materiales plásticos. Hoy en día, esta planta recupera 70% de los residuos de PET que sus accionistas (compañías embotelladoras de Coca-Cola en México) ponen en el mercado, y los convierten en resina reciclada grado alimenticio de muy alta calidad que regresa a la producción de envases nuevos.
“Lo principal es promover la Responsabilidad Compartida entre el Sector Público, el Sector Privado y la Sociedad, ya que el reto es muy grande y sólo asumiendo cada quién sus responsabilidades podremos avanzar hacia esta retadora iniciativa (la del Foro Económico Mundial)”, comentó Jaime Cámara, director y fundador de PetStar.
Desde su rol como vicepresidente de Anipac, el Ing. Cámara resalta otra iniciativa interesante dentro de la cadena de valor, como es el manejo eficiente de las materias primas (pellet u hojuela), para lo cual existe el programa global denominado “Cero Pellets”, y el cual promueve Anipac en el país. Este programa busca evitar la fuga de material plástico que terminará en los drenajes, y por consecuencia en el mar.
Hacia un diseño para reciclaje
De acuerdo con Jorge Treviño, en el día a día del reciclado es evidente que hay envases en el mercado que complican el proceso porque utilizan materiales no compatibles o pigmentos que solo satisfacen la mercadotecnia y la venta momentánea, sin considerar el fin de ciclo de vida ni el reaprovechamiento de estos materiales.
“En este camino nos hemos venido acercando desde hace ya varios años con la Asociación Americana de Recicladores de Plástico, APR (American Plastic Recyclers), que promueve las buenas prácticas de reciclado. Ellos han generado unos protocolos de reciclabilidad, a través de unas guías o recomendaciones sobre los materiales que se pueden o no usar.
Esas guías son buenas para México y para la industria puesto que cumplen especificaciones particulares”, comentó Jorge Treviño. Estas guías están disponibles en español, gracias a la gestión de Ecoce (ver página 64 de esta edición).
Así mismo, el Ing. Jaime Cámara hace alusión a la Guía de Diseño para Reciclabilidad de la APR, que utilizan en PetStar como herramienta de trabajo. “En nuestra Planta de Acopio de Toluca construimos una Botelloteca, con un laboratorio en dónde tenemos muestras de todas la botellas que existen en el mercado y corremos los protocolos de reciclabilidad de APR para retroalimentar a los productores de los envases sobre las áreas de oportunidad que tienen para su compatibilización con el reciclaje”, comentó.
Por su parte, Hiram Cruz, de la AMEE, destaca que la asociación ha puesto especial énfasis al tema de diseño mediante la capacitación. “A lo largo del año hacemos cursos de diseño de envases de plástico. Hay uno para rígidos y otro para flexibles. Ofrecemos un panorama en cuanto a innovación y diseño de envases aplicables a diferentes productos e inclusive tenemos un diplomado en envase y embalaje, con un módulo completo de diseño”, comentó.
Además, cada año la Asociación Mexicana de Envase y Embalaje (AMEE) realiza el concurso Envase Estelar, en el que se evalúan envases ya disponibles en el mercado y donde los aspectos medioambientales entran en la competencia. La próxima edición de este certamen se realizará en el marco de Expo Pack 2017, del 13 al 15 de junio en Guadalajara.
Junto con el aspecto del diseño, el directivo toca un punto muy importante al mencionar el rol del consumidor en las iniciativas orientadas hacia el reciclaje. “Podemos decir que prácticamente todos los envases tienen materiales reciclables, pues la industria ha trabajado en generar tecnologías que así lo permiten, pero ahora también hay que educar al consumidor para que esté informado y aplique ese conocimiento”, añadió.
En esta línea, PetStar adelanta interesantes iniciativas para promover el concepto del reciclaje en la sociedad. Una de ellas es el Museo-Auditorio PetStar, ubicado junto a su planta de reciclaje en Toluca, en donde reciben a más de 12,000 visitantes por año. “Invitamos a la sociedad a disponer correctamente del residuo de sus envases con cuatro pasos: vaciar, aplastar, tapar y depositar. Esta acción simple tiene un altísimo impacto ambiental, ya que además de disminuirle el volumen un 75% a los residuos de envases de plástico, conscientemente estamos reconociendo que ese envase no es basura sino un material reciclable, y que si se cumplen los pasos seguramente se recuperará”, añadió el Ing. Jaime Cámara.
¿Reutilizables?
El reporte del Foro Económico Mundial plantea que al menos 20% de los envases y embalajes plásticos podrían ser reusados, lo cual genera inquietudes pero también abre un nuevo panorama.
De acuerdo con el Ing. Jorge Treviño, esta reutilización no necesariamente se debe dar en el mismo producto o en la misma aplicación, pues hay que entender que los envases de un solo uso, en especial los que tienen contacto con alimentos, surgieron como respuesta para quitar peso a otros aspectos ambientales y reducir la huella ecológica en lo relacionado con la logística de retorno y la necesidad de lavado con agua potable.
“Los envases pueden ser reutilizados, y en cada ciclo de reutilización van degradando su uso hasta que llegan a una instancia de reciclado para generación de energía u otro tipo de aprovechamientos”, comentó.
Por su parte, para el Ing. Eduardo Cruz Prado, presidente fundador de la Asociación Mexicana de Envase y Embalaje (AMEE), asegura que el 70% de la meta de reciclaje del reporte es factible, pero que tiene limitaciones prácticas. Él destaca el modelo japonés de las 3R, que promueve el recirculado, el reuso y el reciclado, e invita a considerar la importancia de la incineración para generación de energía como solución final, por cuanto los plásticos se degradan cada vez que son objetos de procesamiento.
Finalmente, Hiram Cruz, director de la AMEE, asegura que esta meta genera nuevas ideas en torno a la función que tienen los envases actualmente y cita como posibles ejemplos de reuso las tarimas plásticas, que podrían ser reutilizables y retornables.
Aunque la iniciativa de “La nueva economía de los plásticos”, presentada en el Foro Económico Mundial de Davos, aún está en su etapa inicial y hay mucho trabajo por hacer en todos los frentes para llegar a la meta, vale la pena reconocer los esfuerzos que se han venido realizando en México en torno a la sustentabilidad de la industria de envases y embalajes plásticos y, sobre todo, destacar el liderazgo del país en la región y también a escala global.
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