Hablemos de plásticos y economía circular

En el modelo de economía lineal, las materias primas se utilizan para fabricar productos que luego de ser usados se desechan, creando así una necesidad interminable de materias primas en la cadena productiva.

Por su parte, en la economía circular, los materiales de productos ya utilizados se recuperan y se emplean en la fabricación de nuevos productos, lo que reduce la necesidad de usar únicamente materias primas vírgenes.

Mediante la innovación, la economía circular busca redefinir y repensar productos y servicios para eliminar el concepto de desecho. Apoyado en una transición hacia fuentes de energía renovables, el modelo circular construye capital económico, natural y social

Así, la economía circular pretende conseguir que los productos, componentes y recursos en general mantengan su utilidad y valor durante la mayor cantidad de tiempo posible. Por eso, en este modelo la reciclabilidad, la compostabilidad y el reciclaje son clave.

Los plásticos tienen el gran reto de la generación de residuos, bajo el modelo de Economía Lineal. Sin embargo, en un modelo de economía circular son los plásticos los materiales más idóneos para ilustrar el concepto, gracias a su reciclabilidad y facilidad de procesamiento. ¿Qué pasaría si, por ejemplo, los 8 millones de toneladas de plásticos que llegan a los océanos cada año se convirtieran en materia prima para fabricar nuevos productos?

Llevar a la cadena de suministro de los plásticos hacia la economía circular requiere cambios profundos y sistémicos en todos los niveles, desde grandes multinacionales hasta pequeños negocios, desde gobiernos e individuos hasta la academia, y todo esto tanto a escala global como local.

La tecnología, la innovación y los nuevos modelos de negocio serán clave para demostrar que los plásticos pueden ser la bandera de la economía circular más que ningún otro material.