Los retos de la Economía Circular ya llegaron

En la pasada edición de Plastimagen, que se llevó a cabo en la Ciudad de México del 2 al 5 de abril, tuve la oportunidad de participar como ponente en el Plastimagen Forum, particularmente en el panel “Panorama actual de las 5R con un enfoque en Rediseño, Reciclaje y Repensar”. Allí, pude compartir impresiones con un destacado grupo de líderes en los temas relacionados con la sustentabilidad de los plásticos, un tema crucial en la coyuntura actual que está viviendo la industria plástica, donde las presiones hacia la prohibición no dan tregua.

Hay más de 80 iniciativas de ley en contra del uso de plástico en México. En palabras del Ing. Aldimir Torres, presidente de la ANIPAC y quien participó en el encuentro, tenemos grandes desafíos en cuestiones ambientales, pero no es con prohibiciones como se debe enfrentar esto, sino con acciones concretas y conjuntas de todos los responsables del problema. “Estamos trabajando de cerca con todos los legisladores para que comprendan que el problema no está en su aplicación, sino en la falta de un esquema de reutilización de estos materiales”, detalló.

En el panel, el aporte de la revista Plastics Technology México estuvo con una plática enfocada en comunicar el papel de los plásticos en la Economía Circular. Frente al entorno global actual del plástico, la Economía Circular aparece como un nuevo paradigma para la industria plástica. Con muchísimos retos, pero también con muchas oportunidades. Entre los puntos más destacados en un proceso de adaptación se encuentra que debe hablarse de los beneficios de los plásticos en función del bien común y presentar argumentos técnicos, así como insistir en que los empaques no son de un solo uso en la cadena de valor, promover el reciclaje, incorporar materiales reciclados y bioplásticos. Así mismo, hay que ser parte de la solución, y ser transparentes al hacerlo con el seguimiento estricto de normas técnicas y legislaciones. Hay que buscar influenciadores y ser uno mismo influenciador para difundir los beneficios del plástico en redes sociales y hacia círculos externos, hay que contar la historia del plástico de manera informativa, y finalmente, trabajar colaborativamente con el sistema.

En este panel también se habló del valor del sector de envases y embalajes en México, que es de alrededor de 15 mil millones de dólares, de los cuales los envases y embalajes de plástico representan un 30 por ciento, de acuerdo con declaraciones de Hiram Cruz, Director General de la Asociación Mexicana de Envase y Embalaje (AMEE).

El sector de envases y embalajes es muy importante en nuestra economía porque representa 1.7% del PIB a nivel nacional, 8.6% en el rubro de manufactura y 5.5% del PIB industrial. Así mismo, el directivo informó que el envase y embalaje representa un 48% del total de la fabricación de plástico en México. En 2018, mencionó, se produjeron 12.4 millones de toneladas de envases en México (considerando vidrio, cartón, lata, plástico), de los cuales, los envases de plástico representaron 19%, alrededor de 2.4 millones de toneladas.

De acuerdo con Laura Flórez, de Tecnología del Plástico, estamos ante un momento único que permitirá que la creatividad aflore para brindar una solución a los retos actuales. Esta creatividad puede traducirse en nuevos materiales, nuevos diseños, nuevos conceptos y nuevas tecnologías.

En su turno, Mariana Albarrán, de Braskem Idesa, comentó que con la satanización que se está haciendo de los plásticos de forma generalizada, nos enfrentamos a una nueva reeducación de gobernantes y autoridades. “Es sexy hablar de las prohibiciones de los plásticos, y mostrar banderas verdes para ser el salvador del planeta. Hay campañas de comunicación emocionales, pero sin sustento técnico”, afirmó.

La especialista en relaciones institucionales y sustentabilidad comentó que todo lo que involucra la Economía Circular se discute a nivel de Senado, donde se han establecido unos grupos de trabajo para hablar del tema y transitar juntos como país hacia esa nueva visión. “Hemos tenido oportunidad de revisar el glosario de términos para homogenizar el lenguaje y establecer de qué se va a hablar y qué se va a votar. Hemos revisado temas de educación ambiental, correcta disposición de los residuos, reciclaje de productos y una norma voluntaria de ecoetiquetado para brindarle al consumidor información sobre el envase del producto que está consumiendo, cuál es su material, cuál es la cadena de reciclaje y cuál es la disposición final que debería tener”, comentó.

Mariana Albarrán destacó también los esfuerzos que están realizando las diferentes asociaciones gremiales para producir estudios de análisis de ciclo de vida que permitan entender el panorama general y tomar decisiones informadas. Recientemente, produjeron estudios comparativos para envases de leche y otro para envases de detergentes. En junio próximo planean publicar un nuevo estudio comparativo de bolsas, que evaluará el desempeño de la bolsa tipo camiseta de polietileno, de la bolsa aditivada con oxodegradables, de las bolsas reutilizables de PP no tejido, de las bolsas compostables fabricadas con PLA, de las bolsas de algodón y de las bolsas de papel para presentar su impacto en 17 categorías de análisis. “El objetivo es tener una evidencia de los impactos de este tipo de bolsas”, comentó.

Como bien lo señalaron todos los ponentes, ante este panorama la industria plástica tiene que encontrar su rol en la cadena de valor, involucrarse con la educación y acercarse al consumidor final. En México, ya tenemos iniciativas como Plastianguis, que le enseña a la sociedad la valorización de los residuos plásticos, o la nueva iniciativa #NosMueveATodos, promovida por ANIPAC, cuyo objetivo es fomentar la conciencia social y la educación ambiental para cambiar el paradigma hacia el buen consumo y la disposición responsable de los residuos plásticos.

Los retos que trae el cambio de paradigma ya llegaron. Ahora depende de nosotros, sea cual sea nuestro rol en la industria, hacer nuestra parte.