Las regulaciones y normas en torno a los plásticos y su industria siempre han existido. Son necesarias porque establecen niveles de calidad y seguridad de productos y servicios, facilitan su comercialización y el acceso a ciertos mercados, impulsan la competitividad y crean un idioma técnico en común.

Sin embargo, el tema normativo ha adquirido una gran relevancia en los últimos años, pues no está libre de polémica, ya que la urgencia por combatir la contaminación con plásticos y migrar hacia un modelo de economía circular, ha dado lugar a políticas, leyes, regulaciones y acuerdos que no siempre logran hacer coincidir las visiones, intereses y objetivos de las partes involucradas.

Por el lado de la industria, el dominio y comprensión del tema regulatorio es más que importante y requiere la asesoría permanente de profesionales altamente calificados como Susana Hernández, actual gerente técnica de la Asociación Nacional de Industrias del Plástico A.C. (ANIPAC).

Susana Hernández es ingeniera química industrial, egresada del Instituto Politécnico Nacional, y antes de llegar a la ANIPAC, hace cinco años, trabajó durante ocho en una organización dedicada a la normalización de productos plásticos, certificación y laboratorio de pruebas.

“Así nació mi vinculación con los plásticos, y el tema de la normalización me pareció muy interesante desde que cursé la carrera. Debido a que los plásticos están en todos los sectores y en constante innovación, fue un campo que aprendí a apreciar fácilmente”.

La experiencia y los conocimientos técnicos de Susana acerca de los plásticos pronto fueron requeridos por la ANIPAC y su Comisión de Economía Circular, enfocada en temas de sustentabilidad, que va muy de la mano con los aspectos normativos.

“Desde esta comisión me ha tocado apoyar a la industria en su transición hacia la economía circular que en los últimos años hemos llevado a cabo. La parte técnica ha sido fundamental para ampliar el conocimiento e impulsar la difusión y la educación sobre diversos temas de sustentabilidad.”

Al mismo tiempo, esta responsabilidad significó para Susana Hernández el enorme reto de realizar el cabildeo de relaciones institucionales relacionadas con las nuevas regulaciones de los plásticos, esa delicada labor de construir puentes y lograr comunicación con diferentes actores, en la búsqueda de proteger los intereses de la industria e influir en las políticas públicas; un ángulo novedoso de su profesión que, reconoce, ha aportado mucho a su trayectoria.

“No conocía el cabildeo con esta amplitud. Manejaba los temas de regulación y normatividad, pero las relaciones institucionales y el acercamiento con los gobiernos, tanto federal como estatal, son algo más profundo. Ha sido muy interesante conocerlos, profundizar e incidir. Es una parte importante para que la industria pueda trabajar y acoplarse a las necesidades actuales. Y no solo con entidades de gobierno, también ha sido importante generar lazos de comunicación con asociaciones hermanas, cámaras industriales y generar esa cercanía necesaria para fortalecernos. Todo ello ha nutrido mi carrera profesional y ha posicionado a la asociación que represento.”

Para Susana, el resultado de este trabajo representa un motivo de gran orgullo, ya que le ha permitido proyectar la importancia de la asociación y de su misión, sobre todo en tiempos en que los plásticos están bajo escrutinio, a pesar de ser fundamentales para la sociedad moderna.

“Todo este acercamiento y generación de relaciones han fortalecido a la asociación. Hemos logrado que sepan qué es ANIPAC, qué hacemos, cuál es nuestra intención y compromiso, y eso tiene un enorme valor. Por otro lado, también nos ha transformado internamente y nos hemos reestructurado. Me siento muy orgullosa de haber colaborado en el crecimiento de la ANIPAC como una asociación institucional, que ha avanzado en múltiples frentes durante los últimos años.”

Y desde la parte técnica, que tanto le apasiona, Susana Hernández también ha contribuido en importantes proyectos para la ANIPAC y sus asociados, empujando estudios y herramientas como el Análisis del ciclo de vida de las bolsas, el Estudio estadístico del reciclaje, el Plan de manejo de bolsas, y la organización de los congresos técnicos.

Al preguntarle sobre la importancia de la normatividad y las presiones que ejerce sobre la industria, Susana Hernández señaló la importancia de comprender que todos los productos deben ser regulados y que los plásticos no son la excepción.

“Lo que nos ha faltado es adelantarnos e involucrarnos más, revisar las propuestas desde el inicio y no dejar las decisiones en manos de otros. Esta parte la podemos trabajar con los asociados para conocer qué necesitan y qué les conviene”.

Con respecto a su visión sobre la industria plástica en el contexto actual, consideró que vivimos en “la era de los plásticos”, y que si bien la industria ha sabido aprovecharlos, “es el momento de reinventase”. También indicó que la sociedad debe reconocer su enorme valor, especialmente en el escenario de la pandemia.

“Yo no imagino vivir la pandemia sin ayuda de los plásticos y sin la protección que nos han brindado. También fue una situación que nos obligó a reinventarnos, adecuar los materiales a las necesidades sanitarias, mejorarlos (...) Yo creo que cada crisis es una oportunidad de crecimiento y, en este caso, como industria lo hemos podido aprovechar y salir adelante.”

Susana Hernández también compartió su reflexión sobre el rol de las mujeres en la industria de los plásticos, donde observó que, a pesar de estar integrada en su mayor parte por hombres, las mujeres han logrado hacerse un lugar con base en sus capacidades y liderazgo.

“Las mujeres tenemos una visión distinta, y creo que los líderes empresariales se han dado cuenta de que podemos resolver las cosas de diferente manera y que eso nos hace valiosas. Las mujeres de la industria somos inteligentes, prácticas, eficientes, competentes. Nos hemos ganado un lugar y el apoyo del sector (…) Debemos ser persistentes, comprometidas, vencer nuestros miedos y atrevernos a seguir.”