Cuando Scarlett Rangel se incorporó a Citrulsa México, hace ocho años, reconoce que pensó que sería un trabajo pasajero. “Nunca imaginé que trabajaría en una planta, vistiendo una cofia, zapatos cerrados, y escuchando el ruido de las máquinas. Era un mundo nuevo para mí y en realidad no tenía muchos conocimientos sobre su operación, pero para mi sorpresa, muy rápidamente pude apasionarme por la industria, y tuve la suerte de hacerlo en una empresa con la calidez de una familia. Ahí supe que me quedaría por muchos años”.

Inmersa en sus responsabilidades como gerente de sustentabilidad y gestión comercial, Scarlett Rangel continuó su preparación y estudió una maestría en Administración y Dirección con especialidad en Responsabilidad Social y Calidad, y poco a poco empezó a descubrir las cualidades de los plásticos.

Su creciente involucramiento y el debate generado en la opinión pública sobre el rol de los plásticos despertaron en ella el deseo de apoyar, no solo la actividad de su empresa —especializada en soluciones plásticas sustentables—, sino a la industria plástica en general, mediante la difusión de las bondades de los plásticos.

“Los plásticos tienen muchas cualidades, incluso me di cuenta de que el plástico salvó mi vida, y eso es algo que me encanta decir, pues yo fui una bebé prematura y para sobrevivir tuve que permanecer en una incubadora. Sin el plástico yo no estaría aquí. El plástico es un material que ha venido a revolucionar el sector de la salud, el sector alimentario y muchas industrias. Es necesario, y debido a que creo en él, empezó esta lucha por su defensa y las ganas de hacer algo diferente”.

De acuerdo con Scarlett, hace dos años Citrulsa comenzó a impulsar un equipo de trabajo, conformado principalmente por mujeres, que se trazó el objetivo de cambiar la percepción negativa acerca del plástico y reforzar el sentido de corresponsabilidad, en la búsqueda de promover un manejo más sustentable del material. De este esfuerzo, en 2021 nació ONAM, como organismo de corresponsabilidad ambiental, una iniciativa que busca aplicar la circularidad de los residuos plásticos e impulsar la economía circular.

“En Citrulsa nos dimos cuenta de que como transformadores solo podíamos trabajar con nuestros clientes y proveedores, y hasta ahí. En nuestro proceso teníamos una pequeña parte para aportar sobre el ciclo de vida de un producto, pero queríamos ir por más. Asumimos una responsabilidad con el planeta y a través de ONAM queremos ser un eslabón para unir a la industria, a la sociedad y al gobierno, para que a través de la educación y acciones concretas impactemos positivamente nuestro entorno”.

Para lograrlo ONAM trabaja desde distintos ángulos: impulsa la creación de centros de acopio y los conecta con los recicladores; promueve la cultura de reciclaje en los consumidores; contribuye a incrementar el tipo de plásticos recibidos en centros de acopio y recicladores, y es incubadora de proyectos sustentables.

En ONAM, Scarlett Rangel se ocupa de la planeación y del diseño de estrategias, labor que asume con mucho entusiasmo y satisfacción, y que realiza en mancuerna con un grupo de mujeres igual de comprometidas que ella.

“Tenemos un gran equipo conformado por mujeres muy talentosas que desean dejar huella en nuestra industria y me siento muy orgullosa de ellas. Están Sandra Moreno, Luz María Rangel, Natalia Muñoz y María Fernanda Moreno. Somos mujeres apasionadas, que sin duda sabemos que va a trascender lo que hacemos, y que esto no sería posible si no estuviéramos todas. Somos un gran equipo con las mismas ganas de generar ese cambio y estamos jalando a todos los que se quieran sumar para poder lograr los objetivos”.

A pesar de ser un proyecto muy reciente, y que ha operado en medio de la pandemia, ONAM ha llevado a cabo diversas actividades y su llamado a la acción está encontrando eco rápidamente.

Algunas de estas acciones son los talleres para niños en materia de concientización ambiental, como el realizado con el Colegio Oyamel, donde los niños aprendieron que algunos materiales posconsumo tienen un segundo propósito y que con su creatividad pueden darles una segunda vida.

ONAM también ha impulsado campañas sociales y ambientales en comunidades vulnerables a través de eventos de limpieza, como el “Torneo de pesca de plásticos” realizado en la bahía de Altata de Navolato, Sinaloa, de manera conjunta con autoridades estatales y aliados como Genomma Lab, Citrulsa de México y Braskem Idesa, y donde se retiraron un total de 2.7 toneladas de residuos sólidos de sus playas.

Con respecto al vínculo que el organismo ha desarrollado con otras empresas y con la industria de los plásticos, Scarlett señaló que una parte de su trabajo es apoyar a las empresas y capacitar a dueños de marca para que los productos que saquen al mercado sean sustentables, y por otro lado, unir fuerzas y capacidades para generar cambios que beneficien al sector.

“Nos hemos dado cuenta de que hay muchos esfuerzos, pero individuales. Entonces, intentamos generar alianzas e invitamos a más empresas y a más transformadores como nosotros a eventos como el de pesca de plásticos, para que presencien su impacto. Y de esto también me siento muy orgullosa. Hemos logrado que la gente sepa que no se trata de una competencia, que aquí somos la industria del plástico y que aquí es donde tenemos que trabajar unidos”.

Y para muestra, un botón. ONAM, en alianza con la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (ANIPAC), Braskem Idesa, Tarsus México y la complicidad de 500 expositores, se propuso convertir a Plastimagen México 2022 en la primera expo libre de residuos plásticos de México, al acopiar todos los desechos plásticos generados desde el montaje del evento, hasta su cierre y levantamiento.

Con respecto a la industria como un espacio de oportunidad profesional para las mujeres, Scarlett Rangel indicó que, en Citrulsa, el 90 % de los puestos gerenciales está encabezado por mujeres, y que en ONAM el 100 % del equipo está integrado por ellas.

“Esto me parece de gran relevancia porque es una industria que hace unos años estaba llena de hombres y ahora está cambiando. En mi opinión, es importante ese equilibrio de género, para tener tanto la visión femenina como la masculina.”

Y a las mujeres jóvenes que contemplan la posibilidad de incursionar en la industria de los plásticos dedicó el siguiente mensaje:

“Les compartiría que no bajen la guardia. Cuando yo empecé dije ‘aquí no voy a durar’ y me di cuenta de lo apasionante que es la industria del plástico en todos los procesos productivos. Que es una industria llena de retos, de oportunidades, pero, sobre todo, que existimos muchas personas a las que nos mueve la pasión. Y que justo esa pasión hace que, trabajando en conjunto, podamos lograr grandes cambios”.