Implementación de la economía circular en la producción de plásticos

Los nuevos consumidores demandan cada vez más acciones para explotar de una manera racional los recursos naturales y exigen un mayor uso de energías limpias, lo que obliga a gobiernos de distintos países a crear leyes y a exigir la adopción de prácticas de producción más sostenibles para responder a tales demandas, explicó Carlos Meneses, coordinador del Programa Automotriz y de Industria 4.0 de FUMEC, durante su participación en Meximold 2022 con la conferencia “Estrategias para la adopción de la economía circular en cadenas de valor de manufactura de plásticos y moldes”.

Meneses señaló que en 2015 la ONU aprobó la Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible, que incluye 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), los cuales abarcan desde la eliminación de la pobreza hasta el combate al cambio climático, la educación, la igualdad de la mujer, la defensa del medioambiente o el diseño de ciudades.

México creó una Comisión Nacional para el Seguimiento de la Agenda 2030. En el Senado existen grupos de trabajo para asegurar su cumplimiento y para crear sinergia entre las distintas dependencias gubernamentales; sin embargo, en el país todavía se observa muy poco avance en industria, innovación, infraestructura y educación.

“Se trata de un tema relevante para la industria debido a que las tendencias, los mercados y las legislaciones nos obligan a ser parte de la economía circular. Por ejemplo, Volvo declaró que en 2030 será una empresa de cero emisiones, Ford está en la misma línea y van a requerir lo mismo en su cadena”, explicó Meneses.

De ahí que el experto de la Fundación México-Estados Unidos para la Ciencia (FUMEC), señaló que cada vez más el mercado exigirá información a las compañías sobre su huella de carbono, huella hídrica, huella de residuos o información sobre su imagen pública en ese campo, por lo que será un requerimiento esencial brindar tales datos en la economía circular.

Por su parte, César Rivera, experto en tecnologías limpias en FUMEC, dijo durante su intervención en esta conferencia que tuvo lugar en Querétaro Centro de Congresos (QCC), en el marco de Meximold 2022, que uno de los principales pasos que la compañía debe realizar para comenzar a implementar una estrategia de economía circular es identificar qué quiere medir y su grado de madurez para decidir cómo lo llevará a cabo.

Posteriormente, se deben analizar los flujos de medida o la materia y recursos que entran a la organización, así como la manera en que salen, es decir, si en forma de producto o en forma de contaminantes, e identificar cómo lo van a controlar para responder a algún aspecto de la economía circular.

Para ello, Rivera recomendó identificar el marco de referencia sobre economía circular que se ajusta a la organización, puesto que una de las grandes brechas en este tema es que cada país o incluso cada Estado, entiende la economía circular de una forma diferente.

Una vez que ya se tienen los flujos de residuos o de contaminantes, por ejemplo, hay que identificar cómo medirlos para controlarlos y revisar los impactos en reducción de costos de operación o para conseguir inversionistas.

A partir de este control, dijo Rivera, la empresa debe ser transparente en la forma como lleva a cabo sus procesos productivos con el objetivo de presentarlos al corporativo, a las autoridades ambientales e, incluso, a la comunidad donde opera.

En la industria lo que no se mide, no se controla

Entre las métricas de eficiencia operacional en el proceso productivo de una empresa, el experto de FUMEC brindó ejemplos e indicó que podría ser importante medir las toneladas de materias primas que entran a un proceso, la eficiencia operativa en el consumo de agua y de energía o la manera en que se logran aprovechar los residuos orgánicos o inorgánicos que generen sus procesos.

Otra métrica, dijo Rivera, es el ecodiseño, a través del cual se puede reducir en más de 90 % el impacto ambiental de un producto o servicio, ya que es posible reintegrarlo a otras cadenas de valor de una manera sencilla. La simbiosis industrial constituye otra métrica, que consiste en analizar para qué empresa uno de sus subproductos tiene valor o qué tipo de aplicación es factible aprovechar.

De manera particular, explicó que la simbiosis industrial se refiere al porcentaje de materias primas secundarias utilizadas para la producción, a la cantidad de materias primas intercambiadas con otras empresas y al porcentaje de aguas residuales tratadas y reutilizadas.

A decir de Rivera, en México las empresas consideran importantes tres rubros para implementar la economía circular. El primero se refiere al seguimiento del desempeño operacional y financiero de la empresa, ya que al no ser eficiente en el uso de sus materias primas o generar muchos subproductos que no valoriza, tal vez reciba sanciones de las autoridades ambientales, por lo que es importante medir y controlarlo.

Otro rubro que consideran importante es informar a grupos de interés, clientes y gobierno sobre la gestión responsable de la empresa en la economía circular. El tercero se refiere a la implementación de procesos de sostenibilidad ambiental dentro de la economía circular para medir el impacto de la empresa en la Agenda 2030.

Una forma de establecer métricas, dijo Rivera, tiene que ver con las normas ISO, las más reconocidas en el ámbito internacional. Dado que la norma ISO 9000 hace referencia a temas de calidad, migrar hacia ISO 14000 puede ser más sencillo para una empresa.

Entre las normas 14000 se encuentran la 14040 referente al análisis de ciclo de vida, la 14045 relacionada con la ecoeficiencia, la 14046 con la huella de agua, la 14067 con la huella de carbono y la 14006 con el ecodiseño. Estas normas, dijo, indican a la organización cómo establecer la métrica, cómo medirla y cómo darle seguimiento en la economía circular.

Rivera hizo énfasis en la importancia de considerar la gobernanza de la institución para identificar por qué quiere implementar economía circular, qué tan factible es que la lleve a cabo y contar con un reporte de métricas de eficiencia operacional y métricas de desempeño.

De acuerdo con los expertos de FUMEC, cualquier empresa puede implementar acciones de economía circular, desde una pyme hasta una empresa global. Tal vez, dijo Rivera, en lugar de adquirir equipos de cómputo, una pequeña empresa decide rentarlos; esa acción contribuye a no generar residuos cuando llegan a ser obsoletos y es parte de la economía circular.

Economía circular: un tema de todos

Para impulsar esta tendencia en el mercado, Carlos Meneses señaló que FUMEC trabaja con universidades por considerarlas el motor y el lugar donde debe comenzar la aplicación de estos temas relacionados con la economía circular.

En su opinión, estos conceptos son la base del aprendizaje de los estudiantes, que al insertarse en el campo laboral o al iniciar un nuevo negocio tendrán la posibilidad de integrar y proponer acciones relacionadas con la economía circular.

En cuanto al papel de los clústeres en dicho tema, Meneses señaló que representan un vehículo muy interesante. Con base en su experiencia, los clústeres del sector automotriz primero invitan a las empresas nivel 1 o T1, que representan a las compañías proveedoras directas de las armadoras y siguen con las empresas T2.

No obstante, si en la entidad en la que opera una empresa no existe un clúster con determinada vocación, los expertos de FUMEC señalaron la importancia de que las compañías consideren implementar iniciativas de economía circular, que se traducen en una mejora continua e, incluso, en ventajas competitivas.

Actualmente, apuntaron, tiene una gran relevancia adoptar prácticas de producción cada vez más sostenibles, y la economía circular es una de estas.