Tecnología, abasto y legislaciones: claves para el reciclaje de plásticos

La conferencia y exposición Plastics Recycling LATAM 2022, realizada los días 8 y 9 de junio en la Ciudad de México, organizada por la revista Plastics Technology México y con el apoyo de ECOCE, A.C., brindó a los asistentes la oportunidad de conocer más sobre los desafíos relacionados con suministro, diseño, procesamiento del reciclaje de plásticos y el uso de materiales reciclados posconsumo en la región.

Como parte de su programa, se llevó a cabo el Panel “Diferentes enfoques sobre la integración para el reciclaje de plásticos”, donde los participantes compartieron sus experiencias sobre las estrategias de integración adoptadas por sus compañías, en el mercado del reciclaje de plásticos.

El panel fue moderado por Santiago García, coordinador del comité de recicladores de ECOCE, y participaron Laura Michúa, directora comercial de Arpema Plásticos; Juan Pablo Victal, director de operaciones de Green Impact PET, y Enrique Mendoza, director comercial de INIX.

La tecnología como estrategia en el reciclaje de plásticos

Para Laura Michúa, directora comercial de Arpema Plásticos, las nuevas tendencias del mercado han traído consigo mayores exigencias tecnológicas, que han marcado la dirección de la estrategia de integración de su compañía:

“En nuestro caso, en la parte de posconsumo no estamos integrados, pues no tenemos centros de acopio. Sin embargo, contamos con alianzas muy importantes con empresas que nos buscan para proporcionarnos materia prima que lavar (…) No estamos integrados hacia el upstream; pero hacia el downstream, pensamos que escuchar lo que el cliente quiere, las características que necesita, es muy importante, por eso nos hemos integrado en la parte tecnológica”.

De acuerdo con Laura, como estrategia de competitividad, Arpema ha hecho una gran apuesta por la tecnología, para acondicionar los residuos a las exigencias del mercado.

“Hemos podido acceder a estos mercados escuchando los requerimientos de los clientes, y podemos acondicionar los materiales porque tenemos un equipo de alta tecnología. También estamos realizando ensayos de nanotecnología, tanto en la parte de aditivos y componentes, como de herramentales (…) Creemos que la parte de tecnología es vital en este tipo de industria, porque antes de que llegue un residuo para que sea lavado y peletizado, hay una tecnología que se ha implementado para su selección, separación y filtración. Creemos que esto es sumamente importante, entonces nos estamos integrando con un buen equipo, con tecnólogos que nos están ayudando a desarrollar soluciones para estos materiales. Así que estamos cambiando nuestro enfoque. Se trata de acondicionar esos plásticos para atender a esas altas exigencias, porque los grandes corporativos y los dueños de marca, tienen objetivos de sustentabilidad cada vez más agresivos”.

Laura Michúa reconoce, sin embargo, que el esquema ideal sería lograr una estrategia de integración más amplia, que Arpema Plásticos espera lograr en el futuro.

“Nuestro sueño, como el de todas las industrias, es estar integrados hacia arriba y hacia abajo de la cadena; pero hoy en día nos sentimos cómodos con esto, apostando a la tecnología, y una vez dominando esta parte, estoy segura de que la integración se va a dar, propiciada por el crecimiento de este mercado, de la industria y de nuestra propia compañía”.

El reto de desbloquear el suministro

Juan Pablo Victal, director de operaciones de Green Impact, compartió la experiencia de la empresa mexicana dedicada al reciclaje de termoformados de PET (charolas o clamshells), actividad que realiza en una planta ubicada en Ciudad Juárez, diseñada para procesar fardos de termoformados y producir TCWF (hojuela limpia y lavada, proveniente de termoformados) adecuado para el contacto directo con alimentos.

De acuerdo con Juan Pablo, se trata de una actividad que ha sido desafiante en términos de recolección y suministro (upstream) ya que los recuperadores de botellas de PET tradicionalmente rechazan este material.

“Desde 2019 nos dedicamos cien por ciento al posconsumo, con varios problemas porque no hay una especificación para los fardos (…) En el tema de abasto hemos tenido que trabajar con diversas colaboraciones. El 80% de nuestro abasto viene de California en Estados Unidos. Estamos trabajando en conjunto con proyectos pequeños que están recogiendo termoformas que no reciben en sus localidades, y las entregan en El Paso. Nosotros las importamos y las integramos a nuestro proceso. Ciertamente nos hemos tenido que poner muy creativos con el tema, porque hay muy poco entusiasmo por separar las termoformas”.

De acuerdo con el cofundador de Green Impact PET, en los fardos de botellas PET, se pueden encontrar de un 10 a un 20% de termoformados, algo que para las personas que hacen botella a botella no les funciona, pero sí a quienes hacen lámina. “Buscar el abasto ha sido una lucha constante”, asegura.

Para hacerse de este material, Green Impact ha establecido alianzas con empresas como Ridwell, Replenysh y la mexicana RIISA.

“RIISA en Monterrey nos estaba enviando el rechazo de su sorting (separación) que no solo trae termoformas. Es un buen inicio que quienes están separando termoformas a través del optical sorting nos envíen sus materiales. Pero hemos recibido mejores fardos de Estados Unidos, que tienen lectores ópticos solamente infrarrojos, y de los cuales el 80 a 90% de la paca es termoformado, contra el 40 a 50% usual”.

Por otro lado, han creado una exitosa alianza con los vendedores de bayas, Driscoll´s y sus proveedores, al suministrar parte del RPET que utiliza en sus empaques tipo clamshells.

“Driscoll´s es una marca muy involucrada, que nos apoya mucho hoy en día. Ellos se comprometieron inicialmente a que sus empaques contengan un 10% de contenido de RPET procedente de termoformados posconsumo. Y para 2025 buscarán alcanzar un 25%. Deseamos contribuir, pero nuestro abasto ha sufrido una desaceleración y hemos visto reducida la producción. Pero obviamente estamos buscando una ampliación como empresa. Y con todo, ha sido un caso de éxito dentro de lo que hemos probado”, detalla Juan Pablo Victal.

Respondiendo a las normativas

Por su parte, Enrique Mendoza, director comercial de INIX, habló sobre los retos y estrategias de integración utilizadas por su compañía para la comercialización de los plásticos reciclados, una actividad que realiza desde hace más de 40 años.

“Nosotros empezamos como fabricantes de empaques, de envases termoformados principalmente poliestirenos y nos tocó tumbar muchos mitos, porque por aquel entonces se usaban otros materiales y se dudaba de las bondades de los plásticos. Ahora ocurre algo similar, pues después de todos estos años quieren regresar a los empaques de antes. Sin embargo, nosotros estamos convencidos de la utilidad que tienen los plásticos”, comenta Enrique.

“Después incursionamos en el polipropileno, en el PET, y en parte por gusto y por negocio pusimos una planta recicladora del grupo hace más de diez años. Pero hoy más que por gusto se trata de una necesidad del mercado (…) Somos una empresa muy integrada, desde la fabricación, la materia prima, hacer los empaques, distribuirlos a nuestros clientes, que es una gama muy extensa de supermercados y restaurantes. Y ahora con la pandemia, que la industria de los alimentos requería que todo estuviera bien empacado, estuvimos a full de capacidad, pero hoy en día estamos muy presionados por los clientes que sufren toda esta licuadora de legislaciones de los plásticos, donde cada Estado dicta sus normas”.

De acuerdo con Enrique Mendoza estas múltiples exigencias de sus clientes, los han orillado a buscar una mayor integración.

“Para nosotros el detonante fue realmente la regulación que se está formando. Porque eso está obligando a nuestros clientes a solicitar ciertas especificaciones de fabricación de termoformados. Nos están pidiendo, por ejemplo, que hagamos ciertas formulaciones. Y ellos se están viendo presionados a tener procesos de reciclado y mayor seguridad, y al mismo tiempo hay limitantes para hacer las formulaciones, mantener la apariencia de los envases y sus cualidades mecánicas (…) Se trata de un verdadero reto para todos.

“En INIX estamos convencidos de que hay que ir por la Economía Circular y por ello estamos tratando de integrarnos un poco más y ampliar las capacidades de la planta de reciclado que tenemos. Y también estamos buscando la manera de empezar a dar valor a todos los residuos que están circulando de termoformado. Hay muchos retos dentro de nuestra industria y queremos participar con nuestros clientes.”

Finalmente, Enrique Mendoza agregó que las sinergias tienen un papel relevante en la búsqueda de la competitividad y en la importante misión de cuidar del medio ambiente:

“Creemos que las sinergias se pueden buscar y se pueden lograr. Este es un trabajo de conjunto, donde debemos superar el tema de marcas y competencias entre compañías. Creo que nos tenemos que unir como sector, y remar todos al parejo para sacar a flote a nuestra sociedad y al medio ambiente”.