Evonik y LIKAT logran gran avance en la química de la carbonilación
Evonik y LIKAT consiguieron la primera carbonilación directa de 1,3-butadieno exitosa, lo que contribuirá al desarrollo de derivados de ácido adípico más rentables y respetuosos con el medio ambiente.
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Un equipo de investigación liderado por Evonik logró un gran avance en el campo de la química de la carbonilación: un proceso o reacción química en la que una molécula de monóxido de carbono (CO) se inserta o adiciona sobre una molécula de un sustrato orgánico.
La carbonilación es uno de los tipos de reacción más importantes en la industria química y durante más de 60 años, la ciencia y la industria han estado buscando una manera de implementar el paso de reacción ahora exitoso.
Un equipo fue dirigido por el Dr. Matthias Beller, Director del Instituto Leibniz de Catálisis, Rostock (LIKAT), y el Dr. Robert Franke, de Evonik Performance Materials GmbH.
Los científicos han tenido éxito en la doble carbonilación del material de partida 1,3-butadieno directamente para producir adipatos (sales de ácido adípico). Actualmente, los adipatos solo pueden ser producidos por una síntesis compleja de múltiples etapas, de alto costo y energía. Esto implica no solo el uso de muchos productos químicos, sino que también libera óxidos de nitrógeno relevantes para el clima (NOx), que se encuentran entre los principales gases de efecto invernadero.
Los beneficios potenciales de esta innovación son excelentes: los adipatos se producen anualmente a gran escala en millones de toneladas y sirven como materiales de partida para la fabricación de numerosos productos como plastificantes, perfumes, lubricantes, solventes, diversos ingredientes farmacéuticos activos y, sobre todo nylon.
Con su nuevo proceso, los socios del proyecto participantes están sentando las bases para un método de síntesis a gran escala más ecológico y además rentable.
La clave del avance es el desarrollo de un nuevo catalizador de paladio basado en una ligdura de fosfina específico (HeMaRaPhos). Esta ligadura se une al paladio, lo que resulta en un catalizador altamente selectivo, eficiente y de larga duración que puede dar como resultado rendimientos del 95% de derivados de ácido adípico en condiciones industrialmente factibles.