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Paca de charolas compactadas posconsumo, lista para el proceso de reciclado. De allí se obtiene el RPET para fabricar nuevas nuevas charolas.
De acuerdo con un comunicado emitido por las empresas, este acuerdo facilitará el apoyo para grandes jugadores de la industria interesados en encontrar la forma de recuperar los envases termoformados de PET que son usualmente rechazados por los recicladores tradicionales de botellas de este material.
Estudios, que iniciaron en 2020, y que constarán de dos etapas, permitieron analizar y recopilar datos para el correcto reciclado de estos materiales. La segunda fase incluirá pruebas piloto de recuperación de termoformados en diversas ubicaciones, incluidas las de los recuperadores de botellas de PET.
Con más de 1,500 millones de libras de termoformados desechados cada año, la oportunidad de desviar los plásticos de los vertederos y colaborar con la economía circular es el objetivo principal del esfuerzo de la empresa mexicana.
El sector de los termoformados fue el primero en absorber grandes cantidades de hojuela de RPET, proveniente de botellas.
Recuperaciones Industriales Internacionales S.A. de C.V, RIISA, ha trabajado durante 10 años en reciclaje de materiales plásticos con operación principal en Monterrey y patios de recuperación en Mazatlán, Pachuca y Silao. Su instalación de PET cuenta con 200,000 pies cuadrados y una capacidad de procesamiento anual total de 43,000,000 libras de escamas de botella que se venden principalmente en el mercado estadounidense. Actualmente, RIISA importa alrededor de 50 camiones al mes de fardos de botellas a Estados Unidos.
RIISA y Green Impact compartirán los resultados de seis meses de experiencia en clasificación, con algunos de los grupos de trabajo, con la intención de que otros recuperadores de botellas se unan al mismo esfuerzo para recuperar este flujo de alto valor.
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