“Single-use” es la palabra del año en 2018

Los plásticos desechables siguen estando en el centro de atención. Como resultado de esta tendencia, el Diccionario Collins, de lengua inglesa, seleccionó el término ‘single-use’ como su palabra del año. La publicación dice que sus registros muestran que se ha cuadruplicado el uso de esta palabra desde el 2013, en noticias y artículos como las de Blue Planet II, de la BBC, para crear conciencia sobre la contaminación por plásticos.

Collins describe así la historia de la palabra:

La palabra ‘Solo’ (single) aparece por primera vez en el siglo 14, y se utiliza principalmente para describir a una persona soltera. Proviene del francés antiguo 'Sengle', que significa solo o sin adornos. Este a su vez viene del latín 'singulus': uno, individual o separado. Comenzó a aparecer como una forma combinada a finales del siglo 14, formando parte de muchas palabras como single-handed (por sí mismo) y, más tarde, Single-use (de un solo uso, desechable).

El término ‘Uso’, una palabra algo más antigua, se observó por primera vez en el 1200 y también derivaba del francés antiguo 'usuario', que significa emplear, hacer uso de, o consumir. Naturalmente, solo y uso (single-use) o un solo uso se unieron para describir artículos desechables, que están hechos para usarse una vez y sólo una vez.

Cuando salió la noticia de que Collins había seleccionado a ‘Single-use’ como la palabra del año, algunos grupos de presión hacia los plásticos se animaron, al considerarla como un reconocimiento que mostraba que los productos de un solo uso o desechables debían reducirse o incluso eliminarse. 

Actualmente, la percepción de la palabra ‘desechable’ (single-use) puede ser más negativa que positiva, y si se mantiene el statu quo, la impresión negativa se quedará. Sin embargo, este término no tiene por qué ser negativo. 

No hay discusión en que es necesario hacer más en el campo del reciclaje — nadie quiere plásticos desechables en las carreteras, playas ni llegando al océano. Varias empresas privadas y grupos multidisciplinarios están trabajando para reducir el impacto de los plásticos en el medio ambiente. Por ejemplo, el Compromiso Global de la Nueva Economía de Plásticos incluye empresas que representan el 20% de los empaques de plástico producidos a nivel mundial. Parte de la iniciativa es garantizar que el 100% de los envases de plástico pueda ser reutilizado, reciclado o compostado fácilmente y de manera segura antes de 2025.

Justamente, con el auge de estas iniciativas y el compromiso de la industria, los plásticos reciclados se convertirán en una fuente de materiales muy importante en las industrias de empaque y otros sectores. Así es que el término ‘desechable’, en referencia a los materiales plásticos puede pasar a convertirse en sinónimo de materia prima. 

Esta es la clave: ya estamos viendo una innovación impresionante en el desarrollo de cadenas de suministro de plásticos provenientes del océano para crear una nueva economía de plásticos de upcycling, (supra-reciclaje) que convierte botellas de PET en fibra reciclada.

En México, las iniciativas continúan con un crecimiento sin predendentes, con la planta de reciclaje de PET botella a botella más grande del mundo, PetStar, o con el proyecto de Green Mind de integrarse verticalmente para convertir materiales recuperados en contenedores termoformados para bayas al 100% de RPET, en una misma instalación.

Como se puede ver, la solución es una innovación sustentable. Ya está sucediendo y continuará creciendo.