No hay que asumir que sabemos todo lo que hay que saber sobre el polietileno, solo porque sea un material que conocemos hace tiempo. Veamos otro ejemplo de cómo el rendimiento del PE está influenciado por el peso molecular y la densidad.
Los procesadores de moldeo por inyección de pequeños tanques de combustible aprendieron de la experiencia que una diferencia muy pequeña en la densidad —0.6 %— podría marcar en la resistencia al agrietamiento por esfuerzo del PE.
Las piezas de PE pueden fallar cuando se selecciona una densidad inapropiada. Echemos un vistazo a algunos ejemplos y examinemos qué sucedió y por qué.
Las propiedades del PE se pueden ajustar cambiando el peso molecular o alterando la densidad. Si bien esto aumenta las posibles combinaciones de las propiedades, también requiere que la especificación para el material sea precisa.
Podríamos pensar que sabemos todo lo que hay que saber sobre un material que fue comercializado hace 80 años. Sin embargo, no es así cuando hablamos de PE. Empecemos por repasar los conceptos básicos.
Un factor que a menudo se pasa por alto en la optimización de la ductilidad del policarbonato es la velocidad a la que el polímero se enfría en el molde.
La presentación de los datos del DMA a veces puede frustrar a los usuarios y desalentar su adopción. Aquellos que no estén familiarizados con el DMA deben insistir en recibir datos relevantes a la forma en que se utilizará la pieza que están desarrollando.
El DMA proporciona una imagen rica y detallada del rendimiento de los polímeros, y puede que sea difícil entender todas las cosas que podemos y debemos saber acerca de nuestros materiales. Pero el que pueda ser difícil no significa que no se deba intentar.